A los 91 años muere Ernesto Witt Molkenbuhr, un vecino magallánico con impronta alemana
En los salones de la Funeraria Andana, en calle Armando Sanhueza esquina Maipú, comenzaron a ser velados los restos de Ernesto Witt Molkenbuhr, un vecino magallánico con raíces germanas. Su deceso se produjo a los 91 años de edad. Nació en Punta Arenas el 31 de julio de 1931, hijo de Max y Margarita.
En una entrevista concedida a La Prensa Austral en 2018, Witt relató su historia de vida.
“Mi niñez transcurre en calle Patagona Nº555, frente a la Cervecería. Fue una hermosa época con los tradicionales juegos infantiles con los hijos de los Fischer, los Witt, los Schultz, los Wier y otros. Con mi amigo Antonio, elevábamos volantines y nos íbamos a la barranca de calle Zenteno y desde allí tratábamos de llegar con nuestros cometas hasta la altura de calle Bories. Comprábamos cañuelas e hilos en el negocio de la ‘Polaca’, que quedaba más debajo de nuestra vivienda”.
“Temprano nos íbamos a casa por temor a la ‘Viuda Negra’ que aparecía en el puente Zenteno y caminaba hasta la laguna de patinar del regimiento”.
“Otra de las tradiciones que hoy se han perdido -dice- es los paseos que se realizaban al campo para ir a buscar frutillas, calafates y hasta callampas”.
Recuerda que como siempre tuvo habilidad manual, instaló una industria de persianas venecianas y luego se dedicó a la fabricación de campings y casas rodantes.
En 1967 adquirió una parcela en el sector de Barranco Amarillo, donde construyó su casa y un taller. En los últimos años se entretuvo con sus verduras y hortalizas que cosechaba de su propio invernadero.
Don Ernesto era amante de la aviación y tenía cursos de piloto civil y comercial.
En 1961, contrajo matrimonio con Isabel Compan, quien le sobrevive, al igual que sus tres hijos Ricardo, Germán y Mauricio, siete nietos y un bisnieto.
Sus funerales se realizarán este domingo, a las 16 horas, hacia el Cementerio Municipal Sara Braun.