CMT avanza en la construcción de la ruta Vicuña-Yendegaia resguardando el patrimonio de las culturas más australes
En su ardua labor, de construir caminos donde no los hay, para facilitar la conectividad entre pueblos aislados y centros de abastecimiento, que permitan acceder a una mejor calidad de vida, los integrantes del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT), mantienen una permanente preocupación con respecto a los diferentes hallazgos de vestigios arqueológicos, que dan cuenta de la historia y del patrimonio que tenía cada cultura que habitó esos lugares hace millones de años atrás.
La importancia de estos hallazgos, representan la manera en que vivían y cómo se relacionaban los yaganes y los selknam, habitantes ancestrales de estas tierras, las más australes de nuestro territorio. Así lo señala el anterior jefe de la Subjefatura de Punta Arenas, teniente coronel Joaquín Inostroza: “Estos rastros arqueológicos dan cuenta de los modos de vida y cosmovisión que tenían estos pueblos y en particular, el arte rupestre, a través del cual establecieron relaciones de cooperación en medio del indómito y desafiante territorio de Cabo de Hornos”. El valor de estas pinturas, agrega, representa una sincronía con el presente, debido a que su descubrimiento se enmarca en un gran esfuerzo contemporáneo por generar conectividad. Actualmente, advierte, Puerto Williams es una de las zonas más desconectadas del territorio, ya que se necesitan más de 30 horas de navegación en barcaza para llegar a Punta Arenas.
Es por eso, la relevancia que tiene para el CMT, adoptar medidas para resguardar el patrimonio cultural en la bahía Yendegaia, donde se ha podido evidenciar que existieron múltiples zonas de asentamiento yagán. Una de ellas, y la más importante, es el desplazamiento del eje del camino, producto de cambio del trazado en aproximadamente 2 kilómetros, con el objetivo de alejarse de los sitios o áreas de interés arqueológicos. Además, en el mismo ámbito de acción, se implementó la contratación de un servicio de monitoreo arqueológico externo, para asesorar y controlar la totalidad de los trabajos de construcción del camino. El jefe zonal sostiene: “Las labores de monitoreo arqueológico permanente, son ejecutadas por una entidad externa al CMT, contratada específicamente para monitorear la ejecución de las obras los 365 días del año, lo que ha permitido detectar, proteger y declarar al Consejo de Monumentos Nacionales, más de 120 sitios arqueológicos de variados tamaños, contextos y configuraciones”.
Es importante, señalar también, las capacitaciones que se imparten en forma permanente al personal para el reconocimiento de los sitios, las charlas diarias de arqueología que incluyen señalización y registro e identificación de áreas de sitios arqueológicos, entre otros. Del mismo modo, se ha generado un contacto estrecho con el Consejo de Monumentos Nacionales y con el Museo Antropológico Martín Gusinde de Cabo de Hornos, manteniendo y reforzando de forma permanente, el compromiso con el patrimonio arqueológico.
En este contexto, el inspector fiscal de Obra, Sergio Araya Guerra, sostiene: “En función del cuidado y protección del patrimonio cultural durante el desarrollo de las obras, se han realizado reuniones con actores vinculantes al desarrollo del proyecto, tales como la Delegada Presidencial Provincial de la Antártica Chilena, el director del Museo Antropológico Martín Gusinde y una reunión participativa con la comunidad yagán Bahía Mejillones en Villa Ukika de Puerto Williams, con el propósito de difundir los protocolos de buenas prácticas para la protección del Patrimonio Cultural Indígena Yagán”.
En este mismo ámbito de acción, se concretó la contratación de un gestor intercultural, proveniente de la comunidad yagán de Puerto Williams, lo que ha permitido generar instancias de acercamiento, tales como visitas de la comunidad y autoridades al sector de trabajo, manteniendo una activa participación de la subjefatura de Punta Arenas en la “Mesa Regional de Prevención de Delitos contra el Patrimonio”.
En este sentido, el encargado de medio ambiente del sector de trabajo “Caleta 2 de Mayo” del CMT, Eduardo Mensing Bórquez, señala que se inició la evaluación e inspección del área que involucran los nuevos trazados como alternativa al camino proyectado, pues dada la detección del monumento arqueológico de arte rupestre (12YEN117), se propuso un nuevo trazado que se alejara de las evidencias arqueológicas y a su vez, otorgara protección a un bosque de renovales de lenga, proporcionando de este modo, la protección adecuada a ambos componentes ambientales, el de tipo forestal y el de tipo patrimonial.
Modificación
del trazado
Con la finalidad de resguardar estos sitios arqueológicos, durante 2018 se tramitó una consulta de pertinencia ante los organismos correspondientes, tales como la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Sistema de Evaluación Ambiental (Sea), la dirección regional de Vialidad, el Servicio Agrícola y Ganadero y la dirección de Obras Hidráulicas (Doh), que aprobaron la modificación del trazado del camino en el tramo comprendido entre el km 127,2 y el km 129,2, evitando así, la intervención de una agrupación significativa de sitios, cercanos a la desembocadura del río Yendegaia.
La gestora intercultural, Catalina Filgueira Muñoz, sostiene que el desarrollo de esta actividad tiene por finalidad, velar por la adecuada inserción de las obras en el contexto cultural local, de manera de reducir los conflictos y favorecer la relación con la comunidad yagán de Bahía Mejillones o cualquier actor local.
Por su parte, el profesional residente de obra del CMT, Heraldo Pereira Contreras, expone que el componente arqueológico en el proyecto, ha generado un cambio en la metodología tradicional de los trabajos de movimientos de tierra en la construcción de un camino de penetración, emplazado en un sector con numerosos sitios arqueológicos. Esta nueva metodología contractiva, adoptada de forma conjunta con el equipo de profesionales del Cuerpo Militar del Trabajo, Ministerio de Obras Públicas, Asesoría de Inspección Fiscal y Arqueólogos, tiene como objetivo evitar la afectación involuntaria del patrimonio cultural y a su vez continuar con la ejecución del proyecto.
En 1994 se iniciaron los trabajos
La ruta entre Vicuña y Yendegaia, que permitirá conectar vía terrestre hasta el sur de isla Tierra del Fuego y cruzar el canal Beagle en ferri hasta isla Navarino, contempla 139,6 kilómetros. Las obras comenzaron en 1994 desde el sector del Río Rasmussen, cerca de estancia Vicuña, y desde entonces se ha avanzado poco más de 87 kilómetros en el llamado frente norte.
Asimismo, desde 2017 comenzó a ejecutarse el frente sur desde Yendegaia y ya se han ejecutado un poco más de 18 kilómetros, faltando otros 19 kilómetros. Después de ello quedará enfrentar el último tramo, de 15 kilómetros, en medio de la cordillera Darwin.
Se estima que el término del proyecto podría ocurrir en unos ocho a diez años más, todo dependiendo de cuándo se suscriba el contrato y se destinen los fondos para el último tramo.