El silencio de Enap
Nuevamente la comunidad magallánica se entera de hechos significativos de la industria de los hidrocarburos a través de los sindicatos.
Esta vez, debió ser el sindicato de trabajadores de GeoPark Fell SpA el que tuvo que salir a denunciar la situación por la que está atravesando la compañía. Ello, en representación de más de 200 operarios y profesionales, cuyas fuentes laborales podrían estar en riesgo por la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre esta petrolera y Enap para la compra de crudo producido, haciendo uso la estatal de su posición dominante en el mercado al ser el único comprador de la producción de GeoPark.
Tras esta alerta, fue el turno de la empresa GeoPark, al anunciar el cierre de sus operaciones, desde el 1 de este mes, hasta no llegar a un acuerdo contractual con Enap. Solicitó la intervención urgente del Ministro de Energía, para que actúe como mediador y se retomen las conversaciones en pro de un nuevo convenio.
Enap, por su parte, ha reaccionado con un escueto comunicado, donde alude tangencialmente a las exigencias de “condiciones operacionales mínimas respecto del crudo y de un precio acorde con el de mercado”.
Ha sido el Sindicato de Profesionales de Enap el que salió a contextuar el tema y a entregar antecedentes sobre todo el impacto que este impasse de las negociaciones podría tener para Magallanes y su gente.
Los profesionales enapinos han advertido que este conflicto es sólo la punta del iceberg, ya que sin poder comprador no sólo se afecta a GeoPark, sino a otra empresa continuadora de las operaciones de YPF en Tierra del Fuego.
Acá no sólo estamos frente a la pérdida de empleos para más de 200 personas, sino para una cantidad que se acrecienta con los operarios de la isla.
Además, esto tendrá un impacto negativo en el Fondema, al dejar de percibirse unos US$120 mil mensuales, y también en las operaciones de la refinería de Gregorio, afectando a trabajadores contratados por Enap.
Así planteadas las cosas, pareciera que Enap debería ser más elocuente y transparentar la información, a fin de que la comunidad magallánica -que en forma directa e indirecta se verá afectada- entienda si estamos frente a un problema de calidad del producto, de precio de éste o de su acceso y su transporte, de las condiciones generales de entrega, entre otras condicionantes.
Este caso debe llevar a revisar el modelo de los contratos especiales de operación petrolera (Ceop’s).
Otro tema que se tiene que considerar es la reformulación de todas las políticas energéticas, apuntando a tener autonomía en la producción, el suministro y la suficiencia.