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Chile, Antártica y neutralidad del estrecho

Por La Prensa Austral Lunes 27 de Febrero del 2023
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Tras 25 años desde que su homólogo Carlos Menen visitara la base Marambio, esta semana el Presidente Alberto Fernández realizó una visita a dichas instalaciones emplazadas en el continente blanco. Lo hizo en el marco del Día de la Antártida Argentina. 

Esto ocurrió tras el bochornoso episodio de la filtración de un audio de la Cancillería chilena y en circunstancias en que todavía ésta no aclara parte de dicha conversación revelada. En ella, entre muchos otros asuntos, se alude al gesto que hiciera nuestro gobierno a los argentinos al no dejar pasar a una embarcación inglesa por el estrecho. Nada se ha aclarado al respecto, si bien aparentemente tal nave requería servicios portuarios.

Frente al denominado caso “barco inglés”, diversos expertos en relaciones exteriores han dejado meridianamente claro que, en virtud de los tratados de 1881 y de 1984 celebrados entre Chile y Argentina, ambos países convinieron en neutralizar las aguas del estrecho de Magallanes. Se trata de un régimen jurídico a perpetuidad, que asegura el libre tránsito para las banderas de todas las nacionalidades.

Nuestro gobierno está llamado a ser imparcial y a respetar tal condición del estrecho de Magallanes, lo cual no quita que entregue apoyos diplomáticos declarativos a Argentina, como ha sido su público respaldo a la reivindicación del vecino país sobre las islas Malvinas/Falkland.

Así, el caso “barco inglés” ha abierto una polémica sobre la forma en que el gobierno chileno debe guiar sus relaciones diplomáticas y si es pertinente o no inclinar la balanza en el delicado equilibrio que se debería mantener entre los países aliados. 

La sensación que ha quedado de diversas actuaciones de la Cancillería chilena en los últimos años es que ha sido lenta en la defensa de los intereses chilenos en materia limítrofes y en asuntos tan delicados como el de la plataforma continental extendida del territorio antártico.

Ahora, pareciera que afinidades ideológicas podrían estar hipotecando su compromiso -fundado en tratados- de otorgar un trato igualitario a todas las partes, evitando hacer del estrecho de Magallanes un instrumento.

Chile -como bien lo ha planteado el director del Departamento de Derecho Internacional de la Universidad de Chile, Luis Valentín Ferrada- debe defender la obligación jurídica que tiene de garantizar la neutralidad del estrecho. 

Ello resulta tan necesario y prudente como lo es mantener buenas relaciones con Argentina -un país al cual estamos unidos irremisiblemente por historia y por una larga frontera-, pero también con el Reino Unido.