Aprobación de las 40 horas

Acorde con su empeño de retomar la pauta noticiosa con aspectos positivos y, sobre todo, marcar su impronta en la agenda legislativa, el gobierno resaltó ayer la aprobación del proyecto de ley que adecúa la jornada laboral a 40 horas semanales.

La Cámara de Diputados aprobó por amplia mayoría este proyecto, con 127 votos a favor, 14 en contra y tres abstenciones. De esta forma, quedó listo para ser ley de la República.

La iniciativa modifica el Código del Trabajo y rebaja la jornada laboral ordinaria de 45 a 40 horas semanales, pero establece su aplicación gradual. Así, el primer año se pasará de 45 a 44 horas, a 42 horas, el tercer año y a 40, el quinto. Se trata, en todo caso, de plazos máximos, pues cualquier empleador que quiera anticiparse a la reducción de la jornada puede hacerlo sin esperar la referida gradualidad. 

Pero, la norma no sólo se reduce a la disminución horaria, sino que contempla una amplia gama de adaptaciones que permite flexibilizar las jornadas laborales, como la concentración del trabajo en cuatro días para contar con tres de descanso.

Asimismo, hay criterios de corresponsabilidad, los cuales, por ejemplo, se aplican en el establecimiento de franjas horarias que permitirán el ingreso y la salida diferenciados para madres, padres y cuidadoras de niños menores de 12 años. 

Cabe destacar que varias empresas regionales ya han estado adaptando sus jornadas laborales a las disposiciones de la próxima ley. En efecto, la seremi del Trabajo destacó ayer a 13 compañías magallánicas que ya han reducido sus horarios adelantándose a la norma. 

Si bien para muchas empresas esta adecuación será costosa y/o implicará sacrificios, tendrán que abordar el desafío de adaptar sus sistemas productivos, a fin de que se logre mayor eficiencia y que la implementación de la ley no redunde en un incremento de sus costos ni en merma de su producción. 

De hecho, hay gremios que han advertido sobre los posibles impactos negativos, entre ellos, un posible aumento del empleo informal. 

El gobierno tendrá que ir monitoreando cómo se implementa esta ley y en qué forma afecta o no al mercado laboral y a la producción nacional, sobre todo los efectos en las Pymes.

Por lo pronto, sólo cabe destacar el ánimo de la ley, cual es que los trabajadores dispongan de mayor tiempo para estar con sus familias y poder tener una vida más integral. Por ello, el gobierno ha resaltado que se condice con el derecho a avanzar hacia el trabajo decente y hacia una mayor calidad de vida.