Día del Trabajador y la Trabajadora: las vicisitudes magallánicas

En todo el mundo y con distintos matices, ayer se conmemoró el Día del Trabajador y la Trabajadora. En cada país y ciudad, las dirigencias sindicales elevaron a sus gobiernos sus petitorios, casi siempre relacionados con el mejoramiento de los salarios, reducción de la jornada laboral, mayor seguridad y acceso a salud y bienestar.

En Chile, el Presidente de la República aprovechó la ocasión para pedir un acuerdo nacional que permita impulsar la reforma de pensiones. Lo hizo remarcando que es necesario incorporar elementos de solidaridad en el sistema.

A diferencia de otros gobiernos, Gabriel Boric pudo enfrentar esta jornada demostrando logros objetivos, sobre todo por la aprobación de la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales y el aumento del sueldo mínimo.

Pero, lo que para su gobierno es un avance es visto con otros ojos por el empresariado, particularmente por aquellos sectores que representan a las pequeñas y medianas empresas. En efecto, Convergencia de Gremios Pyme pidió al gobierno subsidiar el 100% del alza del salario mínimo, el cual, en julio del próximo año, llegará a 500 mil pesos. La solicitud se basa en que tal aumento llevaría a muchas empresas a la insolvencia y la quiebra, todo lo cual lo agravaría la pérdida de empleos en el país.

A nivel regional, las organizaciones sindicales se dieron cita en el acto organizado por la Cut, donde se aprovechó a destacar la trayectoria sindical y presencia en la lucha a favor de los trabajadores de diversos magallánicos.

Pero, también se dejó entrever la división que existe entre esta corriente “oficialista” de representación de los trabajadores con movimientos más extremos que llegaron a acusar a la Cut de servir a los intereses de los propietarios de las empresas.

Lamentablemente, este Día de las y los Trabajadores encuentra a la comunidad magallánica enfrentando casos que pueden tener graves repercusiones en el mercado laboral y el empleo, como son Nova Austral y GeoPark. La demanda de los operarios y profesionales de estas empresas es que las autoridades tomen carta en el asunto y no se conviertan en meros espectadores.