Hasta siempre, Isidoro

Gustaba de las frases divertidas y fue un coleccionista de rarezas en torno a las diversas culturas del ser humano.

En cierta oportunidad, conversando en un café al cual le encantaba concurrir, comenzamos a hablar de la relación hombre/mujer. Luego de beber un sorbo de soda me contó algo que jamás olvidaré:

– Jorge, fíjate que vengo llegando de un maravilloso balneario de la costa azul. Empecé a pasear por la playa y en una roca encontré con que un turista había escrito en una roca: “Vine, con mi esposa. Me divertí mucho”. Y más abajo alguien había agregado: “Vine sin mi esposa, y me divertí mucho más”.

Una estruendosa carcajada a dúo fue la respuesta a su relato anecdótico.

Así era Isidoro Loi, arquitecto de profesión, pero un escritor consumado y gran conversador.

Por ello la noticia de su muerte hace un par de semanas me caló hondo.

Su curiosidad en grado superlativo la graficaba de la siguiente manera:

-“Siempre me estoy preguntando el porqué de las cosas, por qué somos como somos y por qué las cosas se llaman de determinada manera”.

Me honró con su amistad, la que perduró por espacio de más de dos décadas.

Paisajes interesantes de su biografía me los contó él mismo. Cuando Isidoro tenía algo así como 19 años comenzó a coleccionar citas y refranes que llamaban su atención, los que posteriormente se transformaron en ocho libros. Sin duda, el más vendido y de mayor éxito fue “La Mujer”, que se publicó en Chile, Argentina, México y Colombia, y traducido al alemán, francés y portugués, con más de cien mil ejemplares vendidos. Creo que hoy ese libro no habría tenido el éxito que tuvo, pues habría sido tildado de sexista. Y es que en ese libro hay pensamientos muy favorables a la mujer, mixturados con otros que hoy serían caratulados de machistas. Verbi gracia, “algunas mujeres aman tanto a sus maridos que, para no gastarlos, toman los de sus amigos”.

Fue a comienzos de este año que lo entrevisté en su departamento de la comuna de Vitacura. Jamás pensé que iba a ser la última ocasión en que lo vería y conversaríamos. La entrevista giró en torno a su reciente libro, “La Biblia del Adulterio”, (Editorial Forja). Él mismo me contó parte del contenido de ese libro, que me fue entregado ese caluroso día por Daniela Valle, Relacionadora Pública de esa casa editorial…y que nos tomó unas cuantas fotos que conservaré de por vida.

– “Fíjate que en este libro, Jorge…digo que el adulterio ha existido desde que se inventó el matrimonio”. Luego de hacer un paréntesis en la entrevista para servirnos un café que él mismo preparó, continuó con su relato:

-“Yo creo que el matrimonio se inventó para poner un poco de orden en la naturaleza humana, que tiene harto de miserable. Yo creo que todos en alguna oportunidad hemos deseado la mujer del prójimo, pero…nos retienen los escrúpulos o los convencionalismos…y eso no está mal.

Porque si lo pensamos bien, en esto del amor, todos los hombres somos unos ladrones. Algunos aman más a la mujer que pertenece a otro. Curioso, pero real”.

Hasta siempre, amigo Isidoro Loi…