Necrológicas

Simce: resultados preocupantes (I)

Por La Prensa Austral Viernes 16 de Junio del 2023

Compartir esta noticia
105
Visitas

Aunque esperables en cierta medida, los retrocesos registrados en el rendimiento de la prueba Simce y el acrecentamiento de la brecha de género y por grupos económico-sociales no dejan de generar cierta desazón e inquietud.

En efecto, el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación 2022 fue el primer instrumento realizado post-pandemia a los estudiantes de enseñanza básica y media y sus resultados evidenciaron parte del impacto negativo que la suspensión de clases presenciales y el uso de la virtualidad ocasionaron en el nivel de aprendizajes de nuestros niños, niñas y adolescentes.

El cierre de los colegios, la desigualdad de los equipamientos, la falta de acceso a internet de los estudiantes y el hacinamiento en muchos hogares cobraron su precio.

Sólo en la Simce de Matemáticas esta medición arrojó una caída sin precedentes, pues un 46% de los alumnos de cuarto básico y segundo medio no logró, a nivel nacional, el mínimo esperado. Se trata de bajas ostensibles respecto de los resultados registrados en 2018.

Sólo como ejemplo: en Matemáticas de cuarto básico el promedio nacional fue de 250 puntos, lo que implica que los estudiantes que rindieron la prueba quedaron al mismo nivel que los de 1999. Debieron pasar 13 años para que el país pudiera alcanzar los 261 puntos desde entonces.

¡Qué decir de la brecha de género que volvió a ampliarse en forma significativa en esta materia!

Los comparaciones y conclusiones seguirán, pero la alerta no debe encenderse sólo teorizando que estos retrocesos son producto de la pandemia. Los expertos alertan que la crisis sanitaria lo único que hizo fue agudizar los estancamientos y brechas que se venían observando desde 2012.

Por ello, el sistema educacional no debe analizar estos resultados con cierta benevolencia, sino con toda la urgencia y la inquietud que ellos deben despertar.

Tenemos que corregir el rumbo rápidamente, pues el ser humano tiene etapas y ventanas de oportunidades, las que no deben saltarse ni desperdiciarse. Así, es imperativo que el Estado, el ministerio de Educación, la Agencia de Calidad de la Educación, los sostenedores de los establecimientos, los cuerpos directivos de cada colegio, las familias y los alumnos aúnen voluntades para enmendar el rumbo y reforzar todas aquellas materias y conocimientos que nuestros niños, niñas y jóvenes deben alcanzar en este proceso educativo continuo.