Retractación de víctimas de violencia intrafamiliar
La violencia intrafamiliar es reconocida como una violación a los derechos humanos
En nuestro país, se promulgó la Ley Nº20.066 a fines de septiembre de 2005, a fin de prevenir, sancionar y erradicar este delito y otorgar atención a las víctimas. En este cuerpo legal, el Estado asumió la obligación de proteger y adoptar medidas conducentes a garantizar la vida, integridad personal y seguridad de los miembros de la familia.
Mayoritariamente, son las mujeres, los hijos y los adultos mayores quienes son objeto de violencia intrafamiliar, entendida ésta como todo maltrato que afecta la vida o la integridad física o síquica de quien tiene o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él. Esto se extiende a aquellas personas que mantienen un parentesco por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral hasta el tercer grado inclusive del ofensor, su cónyuge o su actual conviviente.
Las cifras en nuestro país son claras: casi el 25% de las mujeres entre 18 a 64 años admite haber sufrido algún tipo de violencia intrafamiliar durante el último año y el 4% de la población reporta, específicamente, haber sufrido agresiones físicas (última Encuesta de Violencia Intrafamiliar contra la Mujer).
Si bien la población y, particularmente, las mujeres han ido interiorizando que estos maltratos y agresiones deben denunciarse, sólo 1 de cada 5 víctimas de violencia intrafamiliar denuncia estos hechos, mucho más cuando estos maltratos ocurren en el marco de una relación.
En Magallanes, los delitos más comunes se dan al interior de los hogares y se relacionan con la violencia intrafamiliar, pero, además de que persiste un bajo porcentaje de denuncia, es común que la víctima se retracte.
Esta situación la expuso recientemente el fiscal Oliver Rammsy, quien hizo ver que la retractación es un fenómeno que se da cuando la víctima no logra romper completamente los ciclos de violencia y sienten por distintas razones que no deben continuar con la denuncia.
El propio fiscal planteó que los actores del sistema judicial deben estar alerta y buscar que, ante pruebas contundentes, la retractación sea usado como elemento para exculpar a alguien.
A la vez, deben abrirse más canales
para que las personas que sufran violencia intrafamiliar conozcan sus derechos, denuncien a sus agresores y tengan la asistencia necesaria -red familiar, social y del Estado- y sistemas de protección expeditos para que las personas afectadas mantengan sus denuncias y los victimarios de estos crímenes sean formalizados y condenados.
