¿Avanza la instalación de la industria del H2V?

En su gira por Europa, el Presidente Gabriel Boric ha buscado atraer capitales extranjeros sosteniendo encuentros con representantes del empresariado y posibles inversores.

En concreto, en su reunión con inversionistas galos, los llamó a aprovechar las oportunidades que ofrecen las nacientes industrias del litio y del hidrógeno verde, todo ello en el contexto de los desafíos mundiales por mitigar los efectos del cambio climático.

Afirmó que el país da garantías respecto a las reglas del juego e hizo un parangón entre el imperativo europeo de morigerar su dependencia energética develada tras la invasión rusa a Ucrania y también la que Chile está teniendo respecto de China, país que está recibiendo el 40% de nuestras exportaciones.

El uso de las energías limpias y la diversificación energética y productiva se presentan como clave para evitar desbalances.

Planteó en particular que Chile tiene como objetivo producir hidrógeno verde a precios competitivos, remarcando que tenemos ciencia y tecnología para abrir estos caminos.

Pero, el empresariado formuló ciertos reparos que apuntaron a la excesiva permisología, apuntando con ello al sistema chileno que se presenta engorroso, con decenas de permisos que se tienen que obtener de numerosas instituciones y que, en su mayoría, deben seguir un curso secuencial. Obviamente, los galos también cuestionaron los tiempos extremadamente largos que todo esto conlleva.

A esto, se tiene que agregar que, si bien se cuenta con una estrategia nacional del hidrógeno verde, todavía la legislación nacional adolece de los reglamentos ad hoc y de la información de base que son necesarios para la correcta formulación de los proyectos.

Otro punto que están cuestionando algunas empresas interesadas de invertir en e-combustibles es el rol que se espera que juegue Enap en esto. Particularmente en Magallanes, se está viendo con preocupación la irrupción de la estatal, por la decisión de que confluya hacia ella la inversión público-privada en el ámbito portuario, limitando y/o desnaturalizando los proyectos originales.

También preocupa la posible judicialización de los proyectos, esperable por la recia postura ambientalista que ya se está manifestando en contra.

Por lo demás, hay muchos de los capitales que originalmente esperaban emplazarse en Magallanes que ahora están mirando o, derechamente, optando por invertir en Estados Unidos, país que les ofrece una legislación avanzada, estímulos para la inversión y seguridad jurídica, así como tiempos acotados de tramitación para aprobar las inversiones y dar paso a la materialización de las iniciativas productivas.