Trata de personas, la esclavitud del siglo XXI está presente en Magallanes

Aunque pareciera algo del pasado y sólo recordado a través de películas, la trata de personas sigue siendo delito presente en nuestra sociedad y es considerado, de hecho, la esclavitud del siglo XXI. Lo más preocupante es que este ilícito tiene expresión también en Magallanes.

Esto ha llevado a las autoridades vinculadas a esta materia a levantar una campaña de información y concientización en nuestra zona, en el marco del Día Internacional contra la Trata de Personas que se conmemorará mañana sábado a nivel mundial.

En nuestro país, en 2011 se promulgó la Ley Nº20.507 que tipificó el delito de trata de personas, el cual consiste en captar, trasladar, acoger o recibir a una persona mediante violencia o engaño, para someterla a explotación sexual -incluyendo la prostitución y la pornografía forzada-, trabajos o servicios forzados, servidumbre, esclavitud o prácticas análogas a ésta, o extracción de órganos.

Desde la promulgación de tal ley al 31 de diciembre del año pasado, han sido formalizadas 63 causas por este hecho delictual, las que comprenden un total de 347 víctimas en nuestro país. De éstas, 11 se han abierto en Magallanes, correspondiendo a 38 víctimas.

Las cifras que baraja el Ministerio del Interior y Seguridad Pública señalan que, a lo largo del país, se han investigado 41 causas de trata de personas con fines de explotación sexual (65%) y 22 causas de trata laboral (35% del total). A nivel regional, esto se traduce en tres causas por explotación sexual y dos, por trata laboral.

Entre 2011 y el año pasado, se logró condenar a 42 personas por este delito, 22 de ellas son mujeres y otras 20 del sexo masculino, siendo las principales nacionalidades la chilena (29%), ecuatoriana (21%) y boliviana (14%).

Los antecedentes de Interior identifican a 201 víctimas de trata laboral (58%) y otras 146 que corresponden a este ilícito vinculado a la explotación sexual (42%).

Es importante remarcar que la cosificación de las personas es la característica esencial del delito de trata de personas, lo cual la distingue de otros delitos respecto de los cuales comparte ciertos elementos. Así, la víctima se transforma en un medio para beneficiar a terceros, generalmente en términos económicos, sometiéndola a condiciones que degradan su dignidad humana.

Por ello, nuestra región no puede aceptar que situaciones como éstas sigan ocurriendo y es necesario reforzar las campañas informativas y preventivas en este sentido.