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Salman Rushdie: lo condenaron a muerte hace más de 30 años, lo apuñalaron y perdió un ojo, pero no se da por vencido

Jueves 3 de Agosto del 2023

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Comunico al orgulloso pueblo musulmán del mundo que el autor del libro “Los versos satánicos” -libro contra el Islam, el Profeta y el Corán- y todos los que hayan participado en su publicación conociendo su contenido están condenados a muerte. Pido a todos los musulmanes que los ejecuten allí donde los encuentren”, anunció el ayatolah Ruhollah Jomeini, ex líder supremo de Irán, el 14 de febrero de 1989.

Ese día, mientras muchos festejaban el Día de los Enamorados, la vida del escritor británico-estadounidense de origen indio Salman Rushdie, Autor del Mes de Infobae Leamos, cambió para siempre. A raíz de esa fatwa -que podría traducirse como persecución a muerte-, en los años posteriores a la publicación del libro en 1988 se produjeron protestas, censuras, amenazas, quemas de libros, atentados y hasta asesinatos.

Pero más de tres décadas más tarde, cuando todos parecían haberlo olvidado y después de que Rushdie abandonara su escondite y su nueva identidad alternativa, un nuevo atentado casi fatal al autor le recordó al mundo que la
fatwa no tiene fecha de caducidad: una vez pronunciada, sólo puede ser revocada por la persona que la decretó. Y aunque eventualmente el gobierno iraní se comprometió a no buscar la ejecución de Rushdie, el ayatolah Jomeini, responsable de la persecución a muerte, falleció en 1989, sólo pocos meses después de decretarla.

Es difícil pensar en otro libro del último siglo que haya tenido un impacto semejante. En total, la fatwa provocó miles de heridos en todo el mundo y 40 muertos, entre ellos, editores y traductores de Los versos satánicos. En el último atentado a Rushdie, ocurrido el 12 de agosto de 2022 en Nueva York justo antes de que diera una conferencia, el autor fue apuñalado en el cuello, lo que lo dejó internado durante semanas al borde de la muerte. Literalmente, escribir le costó un ojo de la cara. Pero sobrevivió.

Salman Rushdie nació en Bombay el 19 de junio de 1947. Su primera novela, Grimus, fue publicada en 1975 pero no tuvo el entusiasmo de la crítica ni de los lectores. La década del ‘70 no fue sencilla para Rushdie. Trabajaba de publicista pero no contaba con grandes recursos económicos. Quería escribir pero no sabía muy bien qué camino tomar después del fiasco de su debut. De todos modos, lejos de frustrarse, el autor no dejó de anotar escenas e ideas en distintos cuadernos, materiales que luego conformarían la base de su segunda novela. Y esta vez, el éxito fue inmediato.

“Hijos de la medianoche”, publicada en 1980, ganó el premio Booker, el galardón literario más importante del Reino Unido, y años más tarde, en 1993, el Booker of Booker, es decir, el premio a la mejor de las mejores novelas de esos primeros 25 años de existencia del premio. La novela cuenta la historia de un niño con poderes paranormales que nace en la medianoche del 15 de agosto de 1947 -cualquier semejanza con la biografía del autor es pura coincidencia, ¿o no?- en el momento exacto de la independencia de India y Pakistán del Reino Unido.

El libro provocó cierta controversia en su país por sus referencias provocadoras hacia la entonces Primera Ministra, Indira Gandhi. En esta novela, así como en su poco comentado debut, ya podía vislumbrarse lo que terminaría por convertirse en su marca registrada: una interesante mezcla de denuncia política, humor, ironía, narrativa de ensueño, realismo mágico y una pizca de controversia, ingrediente que, con Los versos satánicos, terminaría por opacar al resto.

En total, Rushdie publicó más de diez novelas, una autobiografía, varios ensayos, cuentos y relatos para chicos. Incluso pocos meses después del último atentado, el mundo pudo atestiguar su esperado regreso a la ficción con Ciudad Victoria, una novela que escribió, según afirma el narrador, para todo tipo de lectores: “…sea joven o viejo, culto o menos culto, ya busque la sabiduría o le divierten los disparates, gente del norte como del sur, seguidores de tal o cual dios o de ninguno, de miras amplias o de miras estrechas, hombres y mujeres y miembros de los géneros intermedios o de más allá, vástagos de la nobleza y plebeyos de carnet, gente buena y granujas, embaucadores y extranjeros, sabios humildes y tontos egoístas. Pero, ¿qué es lo que resultó tan controversial de “Los versos satánicos”? El libro arranca con la caída libre del protagonista, Gibreel Farishta, y su compañero, Saladin Chamcha, desde un avión que acaba de explotar y fragmentarse en el cielo inglés sobre el canal de la Mancha. Pero la caída, gracias a los excelsos recursos narrativos de Rushdie, se extiende por varios capítulos, intercalada con los vericuetos de la vida del protagonista: una infancia pobre, la orfandad temprana, su llegada al mundo del cine, sus encuentros sexuales y sus sueños.

Pero, además, como afirma la periodista Gabriela Baby en su reseña de “Los versos satánicos” para Infobae Leamos, a medida que el relato avanza, también empieza a acelerarse a partir de “episodios políticos reconocibles por fuera del espacio de la ficción, es decir, en la realidad. Y más aún, en materia religiosa, que es finalmente lo que irritó a los fanáticos del islamismo y derivó en la persecución por la que Rushdie se hizo famoso en todo el mundo”.

El “problema” de la novela empieza desde el título. En primera instancia, el nombre del protagonista, Gibreel Farishta, significa Angel Gabriel en urdú. Esto lo convierte en el ángel que, según la tradición islámica, sirvió de intermediario entre Alá y Mahoma en los dictados que más tarde compondrían el libro sagrado musulmán: el Corán.

Aunque Rushdie pidió disculpas públicas en reiteradas ocasiones, la fatwa declarada en su contra nunca fue revocada. 

Desde que la fatwa en su contra fue declarada y empezaron las amenazas y los disturbios, Salman Rusdhie tuvo que salir del ojo público y adoptar una nueva identidad para poder sobrevivir. En 1989, Rushdie se vio obligado a dejar su pasado atrás y empezar una nueva vida con el nombre de Joseph Anton. Pero, para fortuna de sus lectores, nunca dejó de escribir.

Es así que, en 2012, publicó “Joseph Anton. Memorias del tiempo de la fatwa”, libro en el que narra en tercera persona, como si su vida fuera una novela y él nada más que el narrador (y no el principal protagonista), todas las intimidades de su nueva identidad.

Escribe el autor al
comienzo de Joseph

Sus detractores podrían decir que Rushdie es uno de esos autores cuya vida es más importante que su obra. ¿Sería un autor mundialmente famoso de no haber sido por la fatwa que, desde 1989, le pisa los talones? ¿Merece su literatura un Nobel? ¿O, más bien, lo merece su historia?

Para quienes dudan, un dato: “Los versos satánicos” tuvo 316 ediciones entre 1988 y 2017 y fue traducida a 20 idiomas, pero su libro más vendido, en realidad, es su segunda novela, “Hijos de la medianoche”, que tuvo 457 ediciones entre 1981 y 2018 y fue traducida a 26 idiomas.

Como si eso fuera poco, Rushdie tiene además una estrecha relación con el mundo del cine. Aparece en la película “Los amigos de Peter” (1992) de Kenneth Branagh, “El diario de Bridget Jones” (2001) de Sharon Maguire y “Cuando ella me encontró” (2007) de Helen Hunt.

También tiene un papel en el videoclip de presentación del disco de versiones de Tom Waits que publicó Scarlett Johansson en mayo de 2008 titulado “Anywhere I Lay My Head”, así como en el video de U2 “The Ground Beneath Her Feet”, canción inspirada en la novela del mismo título publicada en 1999. Cuenta la leyenda que Bono leyó la novela de Rushdie y quiso ponerle música a la canción cuya letra está en el libro y le da título. Finalmente, la canción es banda de sonido de la película The million dolars hotel y Salman Rushdie hace un cameo en un videoclip.