Necrológicas

– María Eduvina Ruiz Vásquez
– Mauricio Enrique Mansilla Gutiérrez
– José Díaz Vargas

– Ana Eugenia Formas Henríquez

La memoria

Por La Prensa Austral Domingo 3 de Septiembre del 2023

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En el marco de los 50 años del golpe de Estado, se han lanzado libros, montado exposiciones, estrenado documentales y diversas muestras artístico-culturales. Hoy, de hecho, se realizará la primera presentación de la cantata “Nuestra Madre Grande”, escrita y compuesta por tres ex presos políticos mientras estuvieron recluidos en isla Dawson.

¿Cuál es el común denominador de todas estas expresiones y de otros tantos actos públicos y privados que se desarrollarán durante todo el mes de septiembre? La respuesta es simple: la memoria.

Más allá de las interpretaciones que hay sobre quiénes gestaron el golpe civil-militar y por qué se llegó a aquel momento tan oscuro de nuestra historia reciente, existen certezas: hubo un quiebre de la institucionalidad y se ideó un sistema de represión so pretexto de una guerra interna. Esto último llevó a una violación sistemática de los derechos humanos por parte de agentes del Estado.

Técnicamente, la memoria se describe como la capacidad que posee la mente humana para codificar, almacenar y, posteriormente, evocar buena parte de todo lo que hemos vivido y aprendido.

Así, en cierta medida, somos lo que recordamos y, entre estos recuerdos, juega un papel muy relevante el estado emocional.

Enfrentarnos a los 50 años del golpe de Estado, sin duda, no es fácil, pues ni las tragedias ni las alegrías se olvidan y, precisamente, todo lo vivido antes, durante y después del golpe de Estado está marcado por emociones y sentimientos. 

Un país requiere salvaguardar su memoria, ya que ésta es necesaria para que las siguientes generaciones conozcan lo que ha pasado, escuchen, observen, investiguen, pregunten qué y por qué pasó y reflexione sobre la forma en que debemos conducirnos como sociedad para que los hechos atroces vividos no vuelvan a repetirse.

Nadie puede hoy negar que en Chile hubo tortura, ejecutados políticos y personas desaparecidas. Magallanes no fue la excepción a todos esas atrocidades y dolor. Por esto, es importante valorar todas las actividades que, desde diversas agrupaciones, se han estado realizando y se han programado con motivo de los 50 años.

Con mínima empatía, no podemos negar a los familiares de los detenidos desaparecidos que sigan recordándolos y continúen en su esfuerzo por saber qué les pasó y dónde están sus restos.

La memoria es necesaria para la vida y la salud de los pueblos. No hay que tenerle miedo.