Por fin padres de niña colombiana fallecida en incendio pudieron despedirla en el cementerio
“Le doy gracias a Dios por cada persona que ha puesto en mi camino, lo que ha sido de mucha ayuda y bendición”, dijo Yulenis Palencia Torres, madre de la pequeñita.
A la tragedia de perder a la hija de apenas tres años de edad en un incendio, los padres de Linda debieron esperar casi dos semanas para que les entregaran el cuerpo y pudieran despedirla cristianamente en el Cementerio Municipal.
En casos como estos los protocolos obligan a la identificación del fallecido mediante muestras de ADN, trámite que realizó personal especializado del Servicio Médico Legal de Punta Arenas.
Ayer finalmente los padres, familiares y amigos pudieron despedir a su “angelito”.
Cerca de las 16,30 horas llegó el funeral al Cementerio Municipal de nuestra ciudad.
El diácono permanente Luis Cabeza Muñoz fue el encargado de entregar la contención espiritual. “Esto solamente hay que dejarlo a la misericordia de Dios. Lo importante es dar una palabra de consuelo a la familia. Como cristianos, que creemos en la resurrección, tenemos el deber de consolarnos mutuamente. Es un bálsamo al corazón”.
Las circunstancias que rodearon el deceso de la pequeñita son muy difíciles y hacen que muchas veces las palabras estén demás, “pero un abrazo fraterno, un saludo y pedirles que confíen en el Señor”, como se lo planteó a la mamá, Yulenis Palencia Torres.
“Estoy muy agradecida”
Al término del funeral los padres fueron muy saludados y consolados.
“Estoy muy agradecida de todos, porque han sido muy amables y cariñosos”, dijo a La Prensa Austral Yulenis.
“Le doy gracias a Dios por cada persona que ha puesto en mi camino, lo que ha sido de mucha ayuda y bendición”.
Para ella, como madre, fue muy importante este momento, porque despedir cristianamente a su hija era lo que le faltaba.
Dijo que son de nacionalidad colombiana y que llevan cuatro años viviendo en Punta Arenas.
Incendio
El viernes 1 de septiembre un incendio destruyó el hogar de esta familia colombiana, integrada por el padre, la esposa Yulines y sus dos hijas.
En medio de la voracidad de las llamas nadie pudo rescatar a la pequeñita Linda, de 3 años de edad, quedando atrapada y falleciendo al interior de la modesta vivienda.
Esperan batea
Aún esperan que les ayuden con una batea para que puedan retirar los escombros y así prontamente poder levantar otra vivienda, con el apoyo y colaboración que les han ofrecido manos amigas.
Cristina Mora, vecina del sector, reafirmó la petición al ente que corresponda, de colocar un recipiente donde puedan sacar los restos calcinados de lo que fue la casa.
“Que Dios les dé la paz a los padres”, indicó en la despedida de los restos de la menor.