Hito de la memoria en Parque del Estrecho

En el marco de los 50 años del golpe de Estado, una de las palabras que más se ha repetido es memoria, haciéndose énfasis en cuán importante es avanzar, entre otros aspectos, en la habilitación y gestión de espacios públicos patrimoniales que estén vinculados con la temática de los derechos humanos.

El Ministerio de Bienes Nacionales comenzó a dar estos pasos a partir de 2007, abarcando distintas regiones, a fin de sociabilizar y dar acceso público a espacios fiscales de alto valor social, natural, paisajístico histórico-culturales y/o turísticos que permitan salvaguardar nuestro patrimonio. Particularmente, desde unos años, ha estado estableciendo Rutas de la Memoria, para aportar al conocimiento de nuestra historia reciente ligada con el período de la dictadura y la recuperación de la democracia.

Ya hay varias regiones que cuentan con estas rutas y, en el caso de nuestra zona, se ha iniciado un trabajo que espera culminar antes de fin de año, con miras a crear la Ruta Patrimonial de la Memoria Histórica de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. Esta identificará y seleccionará aquellos inmuebles o lugares públicos donde se cometieron graves violaciones a los derechos humanos o donde se padecieron o resistieron esos atropellos u otros sitios que la comunidad considere importantes destacar para rendir memoria a esos acontecimientos. Siempre con la finalidad de que estos bienes inmuebles y espacios permitan repensar, recuperar y transmitir información sobre dichos procesos traumáticos y/o para homenajear y reparar a las víctimas.

En este camino, la secretaría regional ministerial de Bienes Naciones realizó gestiones con la administración del Parque del Estrecho para incorporar un hito de la memoria en sus senderos, estableciendo un mirador en Punta Santa Ana que permitirá observar la isla Dawson. De esta forma, quienes visiten este parque podrán también acceder a información relevante sobre el campo de concentración que funcionó en aquella isla, gracias a los paneles interpretativos y espacios de contemplación que se instalarán allí. 

Se trata de una co-construcción que une intereses del mundo privado y público y que demuestra que, entre toda la comunidad, podemos resguardar nuestro patrimonio y también dejar hitos que permitan a las nuevas generaciones sopesar lo que pasó y aprender de nuestra historia.