Cifra preocupante de despidos en el sector Pesca y Salmonicultura

Preocupantes deben resultar para las autoridades y la comunidad, en general, las cifras de trabajadores despedidos en el sector Pesca y Acuicultura en Magallanes.

En lo que va corrido de este año, más de 1.300 personas vinculadas a este sector han perdido sus puestos de trabajo, teniendo esto un impacto negativo en el mercado laboral de la región.

Existen diversas causas para explicar estas desvinculaciones, algunas ligadas exclusivamente a mala administración de las empresas salmoneras, pero también hay otras vinculadas al entrampamiento de procesos en diversos servicios, la falta de celeridad en algunas decisiones relacionadas con las venias para operar, las consecuencias de las sanciones emitidas por el tribunal ambiental respectivo y la judicialización de algunos casos.

Pero, los representantes del sector también están viendo con mucha inquietud las señales enviadas desde ciertos ministerios y reparticiones del gobierno en contra de la actividad productora asiéndose del argumento del impacto que ésta tiene en la biodiversidad.

Tras una reciente reunión con el delegado presidencial regional, los dirigentes de la pesca artesanal y de la salmonicultura hicieron ver que, por un lado, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, señala que la ley y las normativas medioambientales están para cumplirse, pero no para entrabar los proyectos; mientras la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, indica que el salmón es una especie invasora, que tiene que ser eliminada de Magallanes, así como todas las actividades ligada a esta industria que están dentro de las áreas silvestres protegidas. En esta verdadera cruzada, nada se dice de que un número relevante de pescadores artesanales se han reconvertido para ser proveedores y trabajadores directos de las empresas salmoneras. 

No se aprecia que desde la delegación presidencial y desde la gobernación regional haya una especial inquietud por las consecuencias que tales decisiones tendrán tanto para el crecimiento económico, como en términos de empleo y concatenación productiva.

Ya el último informe del Ine, relativo al trimestre móvil junio-agosto, estimó la tasa de desempleo regional en 6,2%, con un aumento de 1,5 puntos porcentuales respecto de igual período del año pasado. Para el próximo año se prevé una caída del 30% en la siembra en los centros acuícolas, lo que no sólo afectará el volumen de producción, sino también la cantidad de trabajadores que serán necesarios.

Estamos frente a un panorama, al menos, inquietante, que se une a la queja de los gremios del sector Turismo y también a la fragilidad de otras actividades productivas.