Corte de Apelaciones dejó sin efecto resolución que lapidó las operaciones de Textil Mejillones en Porvenir
– Un intendente inauguró la firma en Tierra del Fuego y otro la cerró. “El daño que se nos provocó
fue tremendo”, dijo a El Magallanes el ex dueño y gerente Carlos Barros Salinas.
Edmundo Rosinelli
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Los ministros de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas dictaron un fallo, en virtud del cual dejaron sin efecto la resolución Nº 1.187 de diciembre del año 2016, firmada por el intendente de la época, Jorge Flies Añón, correspondiente a la caducidad del pago de los beneficios de la Ley Navarino a Textil Mejillones.
El abogado de la firma, Mario Elgueta, explicó que el tribunal estimó que la decisión fue arbitraria, “por tomarse muy fuera de los plazos y porque en definitiva se pudo comprobar que la empresa sí inició actividades. Y lo hizo bajo el conocimiento del Estado de Chile, de todas sus autoridades fiscalizadoras”.
“Considero que es un fallo histórico en esta materia, porque deja sin efecto una decisión de caducidad de un contrato ley”.
Elgueta ahondó en que es muy importante este pronunciamiento judicial, “porque esta sentencia lo que hace es establecer, como lo había hecho la Corte el año 2015, de que este tipo de contratos generados por Ley Navarino son un contrato ley. Esto quiere decir que es un contrato que se rige por el Código Civil y, por lo tanto, tiene una importante dosis de seguridad jurídica para quien invierte bajo las leyes de excepción”.
Fallo
El 29 de mayo de 2023 el Primer Juzgado de Letras de Punta Arenas, en causa caratulada “Industrial Textil Mejillones Fisco de Chile”, rechazó la demanda de nulidad de derecho público deducida por esta empresa en contra del Fisco de Chile, por actos de la Intendencia Regional de Magallanes, en la persona del entonces intendente regional, Jorge Flies.
La firma apeló al tribunal de alzada y el 2 de octubre los ministros, Inés Recart; el fiscal Pablo Miño y la abogada integrante Sintia Orellana revocaron el fallo de primera instancia.
El año 2008 Textil Mejillones postuló a la intendencia para acogerse a los beneficios de la Ley Navarino.
El compromiso era instalar una planta en Porvenir, dedicada a la fabricación de insumos textiles (mangas, mallas, cabos, etc.) para proveer a las empresas acuícolas y pesqueras. Además de clientes corporativos, nacionales o extranjeros.
La planta sería de 2.500 metros cuadrados, distribuidos en seis áreas de trabajo, con una inversión inicial de 1.400 millones de pesos.
La intendencia emitió la autorización de instalación de la textil el 12 de enero de 2009, mediante un “contrato ley”, regulados por el Código Civil
Pero este contrato fue caducado por el intendente de la época (Jorge Flies), mediante el cual se materializó el beneficio tributario.
En su fallo la Corte advierte que la referida resolución administrativa, que dispuso la caducidad del beneficio otorgado por la Ley Navarino, “carece de razonabilidad, al ser dictada siete años después de instalada la empresa en el territorio de la comuna de Porvenir, a cuya inauguración asistió́ el intendente de la época, siendo de público conocimiento el domicilio de Textil Mejillones para luego, la autoridad administrativa realizar numerosos actos positivos que validaban tácitamente el cambio de domicilio a calle John Williams N° 0595 de la misma comuna de Porvenir, ubicada dentro de la zona geográfica de beneficio contemplada por la ley 18.392, conocida como Ley Navarino y que le daban a entender a la recurrente que su actuar se encontraba dentro de la ley, vulnerándose con la dictación de la resolución apelada los principios de la buena fe y la seguridad jurídica en las contrataciones con el Estado”.
En consecuencia, la Corte revocó la sentencia apelada y acogió la demanda de nulidad, “y en consecuencia se deja sin efecto la Resolución Exenta N°1187, de 20 de diciembre de 2016 dictada por la Intendencia de Magallanes”.
“Fue una decisión tremendamente injusta”,
dijo gerente de la ex textil de Porvenir
El gerente general de la firma, Carlos Barros Salinas, dijo que “fue una decisión tremendamente injusta”, la que tomó en su momento la intendencia porque les caducaron el funcionamiento “de forma caprichosa y sin haber motivos”.
Las inversiones hechas en la zona no tenían ningún valor para las autoridades de la época, remarcó.
“Tuvimos que cerrar la empresa”, respondió por los perjuicios que les generó la medida administrativa. “Toda la inversión se perdió. El daño fue tremendo. Lo más triste de este asunto es que se tomaron decisiones sin atenerse a la ley”.
Más que pensar en interponer acciones legales, lo que más le preocupa es establecer justicia con lo que le sucedió. “Porque cuando se actúa de forma sana y correcta es tremendamente doloroso. Siempre obramos de buena fe y este fallo demuestra que siempre actué de forma limpia”, indicó Barros.
Proyecto
Entre 16 mil y 21 mil kilos mensuales de insumos textiles consistentes en mangas, mallas para productos de acuicultura, cabos y otros hilados en red, era la producción estimada el año 2009, de la naciente empresa Textil Mejillones de Porvenir.
La compañía fue inaugurada por el intendente de la época Mario Maturana y el director regional de Corfo, Bernardo Troncoso.
La producción se destinaría al sector pesquero acuícola, principalmente de la isla grande de Chiloé, en un proceso similar al empleado para la confección de chalecos.
La planta textil se acogió a los beneficios de la Ley Navarino y postuló a dos fondos del área de Inversiones de Corfo.
La planta Mejillones inició actividades al norte del Loteo Industrial Ruze Cañadón, en prolongación de calle John Williams N°0595, frente al autódromo René Schneider.