Centro Antártico Internacional (edificio icónico y pérdida de confianza)

Magallanes es una región antártica y Punta Arenas es la puerta de entrada natural a dicho territorio. Esas son afirmaciones indesmentibles, pero que, por demasiados años, sólo han sido palabras ingrávidas en discursos y documentos.

Hace más de 30 años que en la zona se viene planteando la necesidad de que, para aprovechar todas las potencialidades que aquellas dos afirmaciones conllevan, se tiene que construir un Centro Antártico Internacional (Cai), que albergue el trabajo científico, que difunda la temática antártica, aproxime a la comunidad regional y a los turistas a las maravillas de dicho continente y que también sea un apoyo logístico.

Desde que se acogió el proyecto del Cai en el Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas, este centro ya no sólo se pensó como un gran edificio que sirviera de epicentro del desarrollo de la ciencia antártica de excelencia y el soporte logístico indispensable para la realización de expediciones. El propósito de la licitación levantada para generar su diseño fue que, además de responder a los múltiples requerimientos planteados, también se constituyera en un proyecto más ambicioso que se convirtiera en un ícono arquitectónico emplazado a orillas del estrecho de Magallanes.

El diseño ganador cumplió con todo aquello y recibió la suficiencia técnica de parte del ministerio de Obras Públicas. Sin embargo, recientemente la directora de Arquitectura del Mop esgrimió complejidades constructivas a la hora de desecharlo y de llamar a un nuevo concurso público que entregará a las empresas constructoras la responsabilidad de diseñar el Centro Antártico Internacional.

Un elemento a considerar es que el Mop siguió el fallido primer proceso de licitación de la construcción del diseño ganador sin ajustar los costos producto de la fuerte alza de los materiales de construcción y de la mano de obra. Así, estaba destinado a fracasar, como ocurrió.

Ahora se levanta una segunda licitación que pone el acento en la oferta económica (70% versus el 30% de la técnica). 

¿Para qué se llamó a un concurso internacional que concitó el interés de 54 empresas y estudios de arquitectura si, por cuestiones económicas, se iba terminar adjudicándolo a una constructora que tenga por prioridad abaratar los costos?

Magallanes necesita su Centro Antártico Internacional, pero éste no puede ser de poco vuelo, pues no cumplirá con lo señalado en la Estrategia Regional de Desarrollo, que indica expresamente que “el Centro Antártico Internacional (Cai) será un referente mundial en ciencia e innovación y consolidará la relevancia de la región como capital y plataforma logística y de servicios”.