Ex Hospital Regional: la historia continúa

Tragicómica está resultando la situación del ex Hospital Regional. Tuvo que pasar más de una década y levantarse y caerse proyectos sobre potenciales usos, hasta que se acordara -más o menos- qué se hará con las añosas dependencias y los terrenos que albergaron al otrora principal centro médico de la región.Mientras tanto, los vecinos del sector tuvieron que soportar por años toda clase de situaciones incómodas y riesgosas, como lo han sido ocupaciones ilegales, fiestas clandestinas -incluso en plena pandemia-, ingesta excesiva de alcohol y de drogas y varios incendios. 

Plaga de ratones y, en el último tiempo, denuncias de tráfico de drogas y posible comercio sexual infantil han sido parte de los problemas derivados de mantener sin uso a este edificio y su entorno.

Cabe valorar la acción de denuncia constante que los vecinos emprendieron, sin la cual este caso, como otros, hubiera desaparecido de la agenda pública. La tenacidad de ellos permitió forzar al gobierno regional a desarrollar un primer paso efectivo hacia la recuperación del lugar: pactar con una empresa el cierre perimetral del terreno, a fin de evitar que jóvenes y antisociales ingresaran por las noches al recinto.

Recientemente informamos de un proyecto colectivo, en que diversos artistas usaron el cierre enlatado del lugar para plasmar creaciones artísticas, dando un espacio a los grafiteros para expresarse en torno a un tema.

Pero, tras el bullado cierre perimetral y la alegría inicial expresada por los vecinos, sobrevino un nuevo sobresalto derivado de un pequeño gran hecho: la constatación de que la empresa encargada del cierre perimetral dejó un espacio abierto para permitir el ingreso de personas.

Esto, nuevamente, fue denunciado, hasta que se conoció el porqué de esta acción: al interior hay ocupantes, quienes se habían comprometido a dejar el lugar en un mes. 

Lamentablemente y como podría haber sido previsible, ello no ocurrió y el gobierno regional se ha visto forzado a pedir a la justicia que ordene el desalojo. 

Ahora sólo cabe esperar que este camino prospere y que, de una vez por todas, este recinto quede disponible para comenzar la proyectada demolición y las primeras etapas de su recuperación.