Primarias: ¿retroceso en la participación dentro de los partidos?
“El que tiene mantiene” es una conocida frase que se usa en el mundo de la política a la hora de definir candidaturas en los diferentes niveles.
No obstante, en los últimos años irrumpió el sistema de primarias, una forma de elección para nominar candidatos a los comicios populares. Según la normativa vigente, el resultado pasa a tener validez legal para la nominación de aspirantes a los cargos públicos.
Aunque no es obligatorio realizar primarias, este espacio de participación ciudadana había permitido airear a los partidos y se había convertido en una herramienta vital en el proceso electoral chileno. Ello, porque permite a los partidos y coaliciones definir sus candidaturas de manera democrática y ofrece la oportunidad de medir el respaldo ciudadano a diferentes opciones. La transparencia y participación activa en las primarias son esenciales para fortalecer la legitimidad de los candidatos seleccionados.
La participación ciudadana debe ser el fundamento de la democracia en Chile y en Magallanes, en particular. Incentivar la involucración activa de la ciudadanía en los procesos políticos y fomentar espacios de deliberación contribuirá a una toma de decisiones más informada y representativa.
No obstante, se aprecia una tendencia a dejar de lado este mecanismo y a definir, prioritariamente en Santiago, tanto cupos partidarios como los nombres de los candidatos, es decir, ni siquiera se quiere dejar en las regiones y las comunas estas decisiones en manos de los referentes partidarios locales.
Un argumento para ello es que el país ha vivido los últimos años en permanente estado eleccionario, a raíz de las distintas elecciones y plebiscitos convocados. Así se sostiene que esta casi ininterrumpida concurrencia a las urnas ha provocado cansancio en la ciudadanía y que las primarias sólo abundarían en ello, con el peligro que se desincentive, finalmente, la participación ciudadana requerida en octubre próximo.
El año de elecciones deja a Magallanes ante una encrucijada política y social. En este camino, la participación ciudadana, la unidad y el compromiso con el diálogo constructivo se presentan como herramientas fundamentales para edificar una Magallanes más inclusiva, progresista y representativa.