Estudiante sufrió violenta agresión en el Colegio Adventista

Julieta Gutiérrez Garrido es de nacionalidad argentina y está cursando cuarto medio en el Colegio Adventista. Desde hace dos años sufre el calvario del bullying, lo que comenzó como un maltrato psicológico terminó en una agresión física el pasado 13 de marzo. 

Julieta terminó con cortes de doce y de nueve centímetros, en ambos lados de su rostro, moretones en el cuerpo y otras heridas producto de la agresión de una de sus compañeras de clase. 

Natalia Garrido Huitrayan, madre de Julieta, siente impotencia al ver a su hija con la cara cortada y denuncia que el establecimiento no ha tomado cartas en el asunto. Ella llegó desde Río Gallegos, al otro lado de la frontera, buscando una mejor educación para su hija que sueña con ser doctora. 

“El colegio no hizo más que suspender a la agresora, a pesar que tiene una hoja de vida importante por hostigamiento (…) el colegio cada año hace borrón y cuenta nueva”. Indica la madre de Julieta. 

En un intento de proteger a su hija, denunció a Fiscalía, Carabineros y en la Superintendencia de Educación. Esto a la denunciada le importó poco, ya que en sus redes sociales ha publicado “que está lista para el segundo round”. La amenaza tiene a la familia de Julieta muy preocupada. 

Cronología de la agresión 

Todo comenzó con un juego de fútbol en donde la chica que hostigaba a Julieta le pegó un pelotazo en la cara. La víctima cansada de dos años de acoso tomó la pelota, la devolvió a la cancha y le dijo “termina con el acoso”. “Argentina culiá”, le respondió, comenzó a pegarle y con las uñas le realizó un corte en el rostro. 

Tras los sucesos Natalia fue al colegio y enfrentó a la atacante de su hija. “le dije: mira como dejaste a mi hija, a vos te parece, mira como le dejaste la cara, el rostro como se lo dejaste, y su mamá sólo bajó la mirada, pero su hija me contestó con un garabato y un insulto. Yo le dije que la iba a denunciar por atrevida”, comentó. 

Autoridades responden 

La Superintendencia de Educación recibió dos denuncias por maltrato entre estudiantes en el Liceo Adventista de Punta Arenas. Según el director regional, Ignacio Gallardo, están solicitando antecedentes al establecimiento educacional que permitan indagar si se cumplieron los protocolos o si hubo alguna infracción a la normativa educacional. 

En caso de constatar incumplimientos normativos, la Superintendencia podría instruir un proceso administrativo sancionatorio contra el establecimiento que van desde la amonestación hasta multas en UTM, dependiendo de la gravedad de la infracción.

Hasta el cierre de la presente edición, profesionales de este medio se intentaron contactar con el Liceo Adventista de Punta Arenas, sin obtener respuesta satisfactoria.