Nueva tragedia en el mar
La periódica muerte de pescadores artesanales suele asumirse, en algunos sectores, como un designio del destino. Así, los casos fatales se suceden unos tras otros y dejan una larga secuela de dolor y desamparo en las familias afectadas.
Mientras se sigan considerando como hechos imponderables, las listas de víctimas se irán acrecentando y muy poco se avanzará en la necesidad de aplicar prácticas seguras en el medio marítimo.
El último suceso corresponde al fallecimiento por inmersión del pescador Nelso Navarro Calbún, de 58 años, quien este miércoles cayó al mar desde la lancha a motor Sergio Ismael, cuando navegaba a la altura del área de Puerto Zenteno, a 65 kilómetros al norte de Punta Arenas. Felizmente su cuerpo fue recuperado por el propio patrón de la embarcación menor.
Esta muerte se desencadena en una fecha especial, en plena Semana Santa, donde los trabajadores del sector se esmeran por traer a la mesa de la población los mejores recursos que produce el mar para conmemorar la festividad religiosa.
Los pescadores artesanales se desempeñan a bordo de pequeñas y frágiles embarcaciones. En este caso la navegación se habría realizado en medio de condiciones climáticas no óptimas. Las causas del accidente son motivo de investigación por parte de la autoridad marítima.
Hay que tener presente que todos los accidentes en el mar se enmarcan en conductas evitables que bien podrían prevenir la ocurrencia de estos hechos y sus trágicas consecuencias.
Los accidentes en el mar son investigados tanto desde el punto de vista administrativo como judicial. Se aplican sanciones cuando se determina la existencia de responsabilidades pero, las conductas de riesgo se mantienen.
La tarea está en avanzar en materia de seguridad. Y, el principal desafío corresponde a los propios hombres de mar que saben de los riesgos pero, parecen hacer caso omiso de los peligros que presenta el medio en que se desenvuelven.
El gremio de la pesca artesanal ha sido favorecido con importantes inversiones en caletas y muelles de abrigo. Sin embargo, el subdesarrollo lleva en algunos casos a valorar más las embarcaciones que la propia vida.
El progreso material debe ir acompañado también de una nueva visión que lleve al respeto de las normas de seguridad.