H2V: los desafíos de infraestructura y la necesidad de una hoja de ruta clara

Sigue en movimiento la naciente industria del hidrógeno verde y, salvo algunos traspiés, los proyectos productivos anunciados buscan afinar sus presentaciones ante la institucionalidad ambiental. 

La asociación de grandes empresas del rubro energético, así como de la construcción y el montaje industrial, está llevando este sector hacia nuevos horizontes. Sin embargo, a pesar de los avances y/o las expectativas existentes, todavía falta claridad respecto de la hoja de ruta, especialmente en lo que respecta a infraestructura requerida y las capacidades de logística e industriales.

El hidrógeno verde representa una oportunidad única para diversificar la matriz energética de Magallanes y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Igualmente, se ha planteado como todo un hito en cuanto a poner a Chile y a nuestra zona, en particular, como proveedores de e-combustibles y actores relevantes de la transición energética en el mundo.

Sin embargo, tales pronósticos han chocado y han  debido ajustarse a la realidad nacional y regional, marcada por la falta de legislación y reglamentos y de las condiciones necesarias para instalar y desarrollar esta industria a la velocidad esperada. Esto es particularmente complejo respecto de Magallanes.

Para capitalizar plenamente esta oportunidad, es crucial contar con una hoja de ruta clara que guíe este desenvolvimiento. Esto incluye la identificación de áreas prioritarias de inversión, el desarrollo de infraestructura necesaria, como plantas de producción y redes de distribución, potenciar la capacidad portuaria y crear capacidades industriales y de investigación y desarrollo.

Más allá de los proyectos individuales, una de las falencias es el no haber pensado en la globalidad de la industria, sus requerimientos y los impactos que tendrá en la zona, previo a invitar a las compañías y los consorcios a apostar por ella y a pensar en Magallanes para impulsar sus iniciativas.

Esta suerte de improvisación y la falta de claridad respecto de la hoja de ruta también pueden generar incertidumbre entre los inversores y obstaculizar el crecimiento de la industria.

El impulso del hidrógeno verde en Magallanes es una oportunidad emocionante para avanzar hacia un futuro más sostenible y resiliente. Pero, aunque se ha fijado el 2024 como el año de la industria del H2V en nuestro país, podría pasar que, sin una mirada holística, sin las regulaciones y la infraestructura necesarias, los actores de la industria se desalienten y comiencen a evaluar nuevas oportunidades en otras regiones del mundo.