Patrimonio y educación
Por tercer año consecutivo fuimos invitados como grupo clave, junto a mis estudiantes de turismo del Centro Universitario Umag de Puerto Natales, a participar del reciente “Día de los Patrimonios” que organizó la Municipalidad de Torres del Paine, apoyado por cierto, por otras organizaciones tales como el Hotel Explora y la Estancia de Turismo Perales, lo que significó organizarnos con los estudiantes en sacarle el mejor provecho a los dos intensos días de viajar por nuestra región, específicamente, en comarcas de la provincia de Ultima Esperanza y comuna de Torres del Paine.
Nuestra mirada en conjunto con los alumnos fue ampliar aún más las experiencias, de tal manera de convivir y pasar una noche en la Villa Cerro Castillo, que nos permita vivenciar momentos de organización, preparar comidas, ordenar cosas y enriquecer nuestra permanencia con un pequeño ejercicio de astroturismo, en parajes cercanos, sin contaminación lumínica y a pesar de estar presente, nuestro satélite natural, en una condición de luna llena, igual pudimos desplazarnos e identificar algunas constelaciones propias de nuestros cielos australes y por sobre todo, hacer ver cómo nuestros pueblos ancestrales, no les era indiferente el mirar los cielos nocturnos australes, tan poblados de estrellas que a cualquier persona se le oprimiría el corazón de tan magno espectáculo, así también con la llegada del hombre europeo, quienes frente a estas mismas constelaciones pudieron tomar rumbo de sus embarcaciones hacia el sur del sur.
La identidad regional y patrimonio geográfico ambiental puede definirse como “aquella parte del autoconcepto de un individuo que se deriva de la conciencia de su pertenencia a un grupo regional, junto con el significado valorativo y emocional asociado a esta particular pertenencia”. Permitirnos estas instancias en un “modo educativo” en donde tienes capturada la disciplina, el control y la evaluación, le da un valor mucho más contundente a la misma actividad, cuyos estudiantes en función de ejercicios y maniobras prácticas, sin uso de pizarras ni tecnologías, sino, todo lo que te entrega la misma naturaleza.
Por otro lado, actividades que debieran ser replicadas y más frecuentes para nuestros jóvenes estudiantes, permite que al percibir su propia identidad, en nuestros fabulosos paisajes, lo que otorga identidad patrimonial regional, puede al mismo tiempo crear y fortalecer la cohesión social, el intercambio con otras personas de diferentes edades, con sus propias historias y vivencias, en ello aparecen actos de solidaridad entre las mismas personas que comparten valores, tradiciones y costumbres comunes. Estas experiencias permiten identificar el valor mismo de su territorio en donde se
desenvuelven, viven y se desarrollan, es más, donde se encuentran estudiando y formándose en el ámbito que les atrae y que quisieran tener las oportunidades para el futuro laboral y comprender mejor todo lo que le rodea. Al mismo tiempo y experimentando todos los ámbitos de logística para preparar las actividades, el uso del transporte, la seguridad en caminos y territorios cercanos al invierno, también les da la idea del desarrollo económico de una región determinada, creándole en su formación el sentido del apego basado en el lugar entre los residentes con los que puedan interactuar.
Fue así que con el gran apoyo y uniendo recursos y esfuerzos de las instituciones mencionadas, se pudo lograr momentos intensos, de aprendizaje, de reflexión, de comprensión y de entusiasmo por seguir la senda del llamado de que la cultura precisa de la educación como así también la educación es necesaria en el ámbito cultural y patrimonial. Las herramientas no son en este caso el lápiz y el cuaderno, sino la montaña, el clima, aquel lago, la aparición de la fauna, el contenido de la formación de las Torres del Paine, con un poco de esfuerzo podemos incluso viajar al pasado y comprender mejor los diferentes contornos de nuestra región resumida en unos cuantos kilómetros a la redonda en donde se concentra una pedazo de la historia de nuestro Planeta.
Agradecido de todos quienes dieron su tiempo, su alegría y su compartir de instalaciones ganaderas, hoteleras, turísticas y espacios que muchas veces se ven inalcanzables para nuestros alumnos de Turismo.