Garantizar atención de salud mental digna
En su tercera cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric volvió a expresar la preocupación que tiene su gobierno por generar condiciones para que se mejore el acceso y las prestaciones de servicios en el ámbito de la salud mental.
Sin embargo, este discurso debe chocar a lo largo del país con la realidad y, al menos en Magallanes, la situación es dramática.
La salud mental es un componente crucial del bienestar general de las personas. Sin embargo, en el Centro de Salud Mental (Cosam) Miraflores, las condiciones actuales reflejan una crisis que necesita ser abordada con urgencia. Los cortes de luz, el hacinamiento, la interrupción de servicios básicos y la falta de recursos humanos son parte de los problemas que no sólo dificultan el funcionamiento del centro, sino que también ponen en riesgo la salud y el bienestar de sus pacientes.
El Cosam Miraflores es un pilar en la atención de salud mental en nuestra región y han sido sus propios funcionarios los que han denunciado que se encuentra en un estado crítico. Las instalaciones están constantemente sometidas a cortes de luz que interrumpen el tratamiento y las actividades terapéuticas esenciales. El hacinamiento es otro problema grave, con pacientes y personal trabajando en espacios reducidos e inadecuados. La interrupción de servicios básicos, como el agua potable, agrava aún más las condiciones de trabajo y de atención, afectando negativamente a todos los involucrados.
Uno de los problemas más acuciantes es la falta de recursos humanos. El personal del Cosam Miraflores está sobrecargado, con una alta demanda de pacientes y una dotación insuficiente para atenderlos adecuadamente. Esto genera un ambiente de trabajo estresante para los profesionales de la salud y no permite entregar la atención que los pacientes requieren.
La salud mental es delicada y requiere un entorno estable y de apoyo para el tratamiento y la recuperación. Las pésimas condiciones en las que se brindan estas atenciones en Punta Arenas atenta contra aquello, dificultando el progreso terapéutico. En un momento en que crece la conciencia sobre la importancia de la salud mental, estas deficiencias son inaceptables.
Urge que las autoridades inviertan en la mejora de las instalaciones y los recursos del Cosam Miraflores. Esto incluye la actualización de la infraestructura y la contratación de más personal para aliviar la carga actual y asegurar una atención adecuada. Además, es crucial implementar programas de capacitación continua para el personal, garantizando que puedan ofrecer el mejor cuidado posible.
La situación en el Cosam Miraflores no puede continuar ignorándose. La comunidad, las autoridades de salud y los responsables políticos deben unirse para abordar estas deficiencias de inmediato. Es necesario un plan de acción concreto y una inversión sustancial para asegurar que este centro pueda cumplir su misión de brindar atención de salud mental de calidad. La salud mental no debe ser una prioridad secundaria; es fundamental para el bienestar de nuestra sociedad.