La nieve se fundió
Este título es muy dramático para los habitantes de esta región que encuentran que la nieve es un ambiente muy cercano y familiar y que cada año se aprecia menos en nuestras actividades cotidianas respecto de los inviernos de antaño, como así también las cotas que adornan nuestras montañas y glaciares y que con el tiempo vemos como van desapareciendo algunas señas nivosas que siempre han sido consideradas “Nieves eternas”.
En esta ocasión y con este título de esta columna, la nieve, la que se fundió, me quiero referir o más bien está dirigida a lo que sucedió recientemente en el mes de diciembre, cuya noticia nos “heló” de que un nuevo decreto modifica la estructura que define a la Unidad de Nieves y Glaciares de la Dirección General de Aguas, perteneciente al Ministerio de Obras Públicas. El nuevo decreto está dirigido a establecer que las funciones de la Unidad de Glaciología y Nieves queda “fundida” en la división de Hidrología del mismo Ministerio.
En Chile, antes de que se formara esta importante unidad de Nieves y Glaciares, por iniciativa casi se podría decir de investigadores, científicos, exploradores y montañistas, y en un esfuerzo aislado, casi espontáneo de algunas instituciones y de manera anónima, contabilizaban un inventario de glaciares del orden de los 2 mil. Después y con la configuración de un área de trabajo específicamente, técnica y profesional, para tener noción real de todo el hielo que contenía nuestro territorio y por sobre todo tener conciencia de su importancia estratégica y económica y por su dinámica a considerar también ciertas proyecciones geopolíticas de glaciares compartidos con Argentina, como así también las modificaciones naturales que esto conlleva cuando un glaciar interactúa con el mismo territorio a través de la cercanía con poblados, carreteras, ríos y lagos, lo que de acuerdo a la experiencia tiene consecuencias favorables como así también nos pone en alerta que ciertas zonas se conviertan en puntos de riesgo para nuestra población.
Establecida esta Unidad de Nieves y Glaciares, los estudios y preocupación cambiaron radicalmente en un aumento considerable de su conocimiento y abarcando obviamente miles de kilómetros cuadrados de territorio glaciar, abordando hasta lo que indican los inventarios hasta 2022 de más de 26.169 glaciares de los cuales el 57,4% se encuentra en nuestra región austral de Aysén y Magallanes que serían del orden de los 15.014 glaciares. Es más, nuestro país convoca que más del 80% de los glaciares sudamericanos se encuentran en nuestro territorio nacional. ¿Es que acaso esta “fusión” de esta Unidad que quedará radicada en la División de Hidrología, ralentizará lo que se venía haciendo quizás por perder cierta autonomía en su presupuesto? Según la opinión de expertos ¿será volver a fojas cero? ¿Será un claro retroceso posicionarse a la situación que había antes de la creación de la Unidad de Glaciología y nieves?
Sin ir más lejos y escuchando al Dr. Raúl Cordero, destacado investigador y especialista del tema, él se refiere en una entrevista televisiva a lo siguiente: “Lo que han hecho con esta modificación del decreto, es volver a la institucionalidad que había en 2008, antes de la creación de la unidad. Cuando se creó, fue porque la División de Hidrología no estaba dando el ancho respecto a las responsabilidades que se esperaban de ellas en torno al monitoreo glaciar”. El Dr. Cordero no veía razones para volver a la situación previa, o sea, “devolver a esa división responsabilidades que en su momento no pudo ejecutar a cabalidad”. En este ámbito las actividades en montaña, glaciares y zonas en que hay permanencia de nieves eternas, se hace necesario tener personal altamente especializado, profesionales con mucha experiencia y por sobre todo se exige una capacidad de respuesta muy ágil ante los acontecimientos en las que estén involucradas masas glaciares y que puedan incidir en ciertas incomodidades a la población en general, bajo los varios aspectos anteriormente mencionados. Veremos en un futuro próximo si el lento proceso de tener una Ley de Glaciares en Chile se agiliza o se retracta.