La avenida más larga del mundo
Emilio Boccazzi Campos
Arquitecto
En primer lugar la presente columna no busca exacerbar un chauvinismo regional barato ni sólo intentar tener un “récord guiness” que llene un par de páginas en publicaciones diversas. Pero ambas en su adecuada medida son importantes.
Partamos por pensar ¿qué elemento morfológico o natural determina a nuestra ciudad de Punta Arenas desde sus inicios y hasta la actualidad? Claramente dos, el estrecho de Magallanes y el río de las Minas. El segundo fue determinante en el momento de fundación por la disposición de agua dulce que permitía disponer de este vital elemento a su escasa población. El primero fue determinante desde el inicio de nuestra historia hasta el día de hoy. El descubrimiento del estrecho por Fernao de Magalhaes, luego el intento de dominio de este trascendental paso a lo largo de casi 3 siglos, posteriormente la toma de posesión del Estrecho por parte del incipiente estado chileno ante la petición del Libertador O´Higgins en su lecho de muerte.
Cuando se desarrolla la Toma de Posesión del estrecho con la valerosa goleta Ancud, se toma posesión en la punta de Santa Ana donde se ubica nuestro mítico Fuerte Bulnes. Pasado menos de un lustro, el no bien ponderado coronel José de los Santos Mardones decide el traslado del poblado casi 50 kilómetros al norte donde hoy se ubica la perla del Estrecho. El camino que recorre Mardones en sus exploraciones y luego con sus escasos pobladores y pertrechos es bordeando el estrecho de Magallanes para llegar al actual lugar de la ciudad.
Por ahora pura y dura historia. Ahora bien, Punta Arenas entrando en un simple análisis geográfico-urbano se desarrolla en forma paralela al estrecho de Magallanes. Por muchas décadas, formalmente el estrecho fue “negado”, construyendo un verdadero “biombo” , que vedaba a la vida diaria de sus habitantes , de observarlo, de circular al lado de él o gozarlo para su recreación y esparcimiento. Indudablemente, la construcción de la Costanera del Estrecho de Magallanes, que demoró 19 años en su materialización (1991-2010) efectúo un cambio notable en la vida y la dinámica de desplazamiento de los puntarenenses y quienes nos visitan. La Costanera realzó un rasgo distintivo y fundamental en la historia de la ciudad, pero lo más importante se insertó en su rol fundamental de cómo y por donde nos desplazamos.
La Costanera se transformó además en un concatenador, en un articulador, entre lo que hasta ese entonces, eran la Ruta 9 Norte (desde Bahía Catalina al norte) y la Ruta 9 Sur (desde el Parque María Behety al sur). Hoy no sólo se ha provocado esta continuidad física con la costanera, sino que la ciudad ha llevado su límite urbano hasta Río Seco por el norte y el camino al Vertedero por el sur. Es decir, hoy este eje vial tiene aproximadamente 22 kilómetros. Pero la verdad es que los límites urbanos que se asignan a una ciudad son convenciones, son acuerdos tácitos, son elementos que permiten ordenar, planificar, normar. Esto no quiere decir que la ciudad detenga su crecimiento en aquellos puntos.
A mi juicio el concepto de ciudad, de incipiente “conurbación Punta Arenas”, se inicia por el norte en el sector de Kon Aiken- Cabo Negro-Laredo (km 25 al 30 norte)
Por el sur la ciudad y/o la conurbación se inicia o termina en el Río Parrillar, donde se ubica la renacida localidad de Agua Fresca. (km. 28 a 30 sur).
Con esto, no estoy diciendo que haya que extender el límite urbano hasta dichos puntos, sino que bien valdría la pena, tener una concepción y una valorización de lo que significa el estrecho de Magallanes. Quizás tener un Plan Seccional propio Costanera Estrecho de Magallanes es plausible, toda vez, que sea o no sea urbano, lo usamos, “mal usamos” y debiéramos planificarlo y, no sólo ello, invertir fuertemente en dicho vital eje para su potenciamiento y su creciente cualificación para nuestra gente.
Si revisamos la “mass media” (especialmente la internet) veremos que se indica o reconoce a la “Yonge Street” en Toronto Canadá con 56 kilómetros como la calle o Avenida más larga del mundo, luego la sigue la “Western Avenue” en Chicago 37 kilómetros y la “Avenida Rivadavia” en Buenos Aires con 35 kilómetros.
Bueno pues, la Costanera del Estrecho de Magallanes tiene hoy casi 60 kilómetros si sólo consideramos como extremos a Kon Aiken por el norte y el Río Parrillar por el sur. Esto no sólo se trata de decretos municipales (que por cierto son importantes, muy importantes), sino que se trata de creerlo, estudiarlo, planificarlo y progresivamente ir efectuando las inversiones para consolidar este potencial eje, que es parte de nuestra historia y puede y debe ser parte de nuestro futuro. Este artículo lo que busca es provocar la discusión y más que ello, provocar que nos pongamos a trabajar y ver lo que a veces no se ve con tanta claridad o eso, al menos parece.