Muerte en pandemia: la delgada línea entre la vida, las dudas y la incertidumbre
– Cuando los decesos superan el millón en el mundo, aún hay quienes creen en teorías conspirativas, plantean tesis negacionistas y dudan acerca de la real existencia del Covid-19.
Suena a danza macabra y, lo peor, es que no se trata de un ejemplo, ni un supuesto ni una historia. “¿Tú crees que esto del Covid es verdad?”, pregunta el amigo taxista. La respuesta lejos de convencerlo le da pie a un relato de teorías conspirativas de las cuales se deduce que el coronavirus no es tal y que tanta persona “suelta en las calles” tiene que ver con que no todos están convencidos de una pandemia real.
Puede ser Ricardo, Juan o Marcelo (el verdadero nombre se reserva). Acaba de fallecer en la Uci del Hospital Clínico. Había ingresado hacía dos semanas. Su incredulidad, su problema a los riñones y, en definitiva el Covid, lo sentenciaron. Permaneció con respiración asistida, inconsciente, aislado y lejos de sus seres queridos que esperaban el milagro entre lágrimas y oraciones. Sus últimos minutos no fueron muy distintos. En cosa de horas sus restos fueron entregados a familiares y sólo sus más cercanos apenas pudieron ver cómo la caja de madera se depositó rápidamente en tierra y sobrevino el silencio.
El amigo taxista observa a la distancia. El dolor seguro le ha llevado a disipar sus dudas acerca del Covid. Su hermano se ha ido.
Teorías y números
Cuando el número de decesos en el mundo producto del Covid supera el millón y en Chile se acercan a los 13 mil, las teorías negacionistas continúan. Y en el día a día, aquello queda claro en las conversaciones. Hay quienes dudan del origen, de la vacuna, del tratamiento y hasta de la real existencia del virus, ni hablar de la cantidad de fallecidos. Ese poco convencimiento de muchos termina por asestar un duro golpe a la seguridad sanitaria.
Por eso, analizar las cifras siempre resulta interesante. De acuerdo con el Ministerio de Salud, mayo pasado ha sido el mes con mayor número de decesos de los últimos 44 años a nivel nacional: 15.924, por diversas causas. En el caso de Magallanes hubo 108 fallecidos (19 más que en 2019). Asimismo, las defunciones acumuladas entre enero y junio en nuestra región son 21% más en relación al promedio registrado a partir de 2016. Hasta ayer el número de fallecidos en la región producto de la pandemia se elevaba a 91.
Si lo anterior tampoco convence, agregar que durante septiembre se registraron 41 fallecidos, superando ampliamente a los 19 del mes anterior.
Al observar las cifras a nivel nacional, todas las regiones han registrado un aumento de decesos, evidentemente por efecto de la pandemia. Volviendo a mayo pasado, la Región Metropolitana encabezó el triste listado con más de 11 mil fallecidos (15% por Covid), más del doble que igual periodo del año anterior. Las cifras eran significativas también en Antofagasta y Tarapacá, quedando más atrás Atacama, Los Ríos, Valparaíso y la Región de O’Higgins.
Las expectativas
Si en algo coinciden los especialistas es en la incertidumbre que rodea al virus, ya a partir de su origen, alcance y tratamiento.
Ayer el ministro de Salud, Enrique Paris, habló de la variante que el Covid-19 está presentando en Magallanes, mientras el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, dijo que “si extrapolamos lo que sucede en Magallanes a Santiago, es como si hubieran 8.000 casos diarios”.
Los dichos de ambas autoridades son una nueva voz de alerta que dan cuenta, justamente, de la fragilidad del actual escenario sanitario. Ya son casi 9 meses de pandemia y un periodo que se estima similar para la llegada de una vacuna. Y aquí otra cifra, a nivel mundial ya se supera el millón de fallecidos, siendo Estados Unidos el país con el mayor número de decesos: 208.731. Luego se ubican Brasil con 145.388, India con 100.842, México con 78.492 y Reino Unido con 42.268.
Si bien la Organización Mundial de la Salud señaló que un millón de muertos “es un número terrible” y que “hay que reflexionar y actuar antes de un segundo”, se destacó que esta semana las tasas de letalidad han bajado en relación a los primeros meses gracias a la mejora del tratamiento de casos graves en las Uci.
Lo anterior se valoró y consideró fundamental no sólo en la antesala de la vacuna, sino también cuando comience la aplicación debido a los tiempos de espera entre los grupos de pacientes.
En cuanto a los rangos etarios, se ha calculado que para la población mayor de 55 años el riesgo de muerte por Covid-19 es equivalente a experimentar cinco semanas de riesgo adicional por sobre el riesgo anual “normal” de muerte. Dicho peligro disminuye a menor edad.
En el caso de Magallanes, hay que considerar que más de 28% de los fallecidos se ubican entre los 70 y 79 años; sobre el 25% de 80 a 89 años; el 21% corresponde a personas de 60 a 69 años; y el 10% a pacientes de entre 50 y 59 años.