Un forastero en la oposición
JF me dijo un día que no bebía café y prefería el té. No así el resto de sus actuales aliados políticos que, cuando lo escuchan defender la propiedad privada, lo catalogan como alguien que no es de ellos, pero está allí, no saben por qué. Soy un forastero, un forastero legal dentro de mi actual coalición, pensó posiblemente JF para sí alguna vez. Pero ya no importa, pues ahora hay que ser muy hombre para sufrir la falta de reconocimiento de tus ideales entre los propios contendores aliados, sonreírles y no mofarse de su poca fiabilidad.
JF es como ese inglés que se fue a vivir a Nueva York y todavía cree en su reina. Y como están las cosas, tan revuelta la política, podría ser que JF termine siendo el único modesto y serio en su conglomerado, el único de ese lado que podría llevar a Magallanes a un destino mejor. Eres como un forastero en la oposición.
La gentileza, la sobriedad son raros en esta sociedad, JF, y en estos tiempos turbulentos y oscuros, en la noche de la actual política, una vela brilla más que el sol. Te medirás en las urnas de nuestras tierras con alguien que toma café, con tus amigos y enemigos, y les recuerda que cuando caminas usas un bastón de objetividad, esa que molesta tanto a esos demagogos ávidos por el poder e indiferentes del trabajo y esfuerzo del ciudadano común. JF, bien sabes que hace falta más que un mero equipo de combate para ser un hombre exitoso en la política. Que hace falta más que una licencia para disparar políticamente al enemigo interno. Los votos que alguna vez sostuvieron a tu actual reina, ya no están. Ella se retira cansada, tal vez cada vez con menos amigos, esos que son tan escasos en la política, esos que nunca están entre los que te buscan sólo para resolver sus problemas personales, nunca para resolver los problemas de todos y menos los de los otros, que no quieren pensar como tú. Confronta la realidad y retírate cuando aún puedas. Lo sé, ya me lo insinuaste alguna vez, un caballero se retira cuando corresponde, pero nunca corre y escapa de la verdad.
No bebo café con cualquiera y prefiero que me acompañes con un té querido JF. Puedo escucharlo en tus comentarios cuando hablas, eres como un forastero, un extranjero legal dentro de tu coalición.
Si “los modales hacen al hombre” como alguien dijo, entonces eres siempre mi héroe del día. Hay que ser muy hombre para sufrir la ignorancia de tus propios contendores, sonreírles y seguir sosteniendo frente a ellos tus propios ideales de humanidad, familia y sociedad. Sigue siendo tú mismo, JF, no importa lo que ellos te digan.
La modestia, el comportamiento correcto pueden conducir a la notoriedad, esa que molesta a otros, que sólo buscan aparentar ser más que los demás. Podrías terminar siendo el único, JF, que podría llevar a la oposición a gobernar desinteresadamente esta región. Pero la gentileza, la sobriedad son raros en esta sociedad. Ya sabes, de noche una vela brilla más que el sol, y como están de revuelto y oscuro los actuales tiempos, siempre hay otros que saben tomar café con tus amigos y enemigos, para que vayas quedando atrás.
Hay que ser muy hombre, JF, para seguir sufriendo de la ignorancia de tus propios contendores, sonreírles y seguir sosteniendo frente a ellos tus propios ideales de humanidad, familia y sociedad. Sigue siendo tú mismo, JF, no importa lo que digan.
Para mí eres un forastero, un forastero legal en la oposición.