El drama de contador y padre de dos niños que por salir en auxilio de su primo fue baleado en la cabeza
Víctima tiene dos pequeños hijos y su estado continúa siendo de extrema gravedad.
Un terrible drama es el que vive una familia luego de que el jefe de hogar recibiera un impacto de bala en la cabeza y que desde el martes en la noche se encuentra en grave estado, intubado, en la Uci del Hospital Clínico.
La versión de los hechos tal y como ocurrieron fue compartida por la esposa Ismenia Bahamonde mientras hace un alto en medio de los ajetreados, intensos y angustiosos días que ha significado sobrellevar esta tragedia, pues su preocupación sólo está centrada en la evolución de su marido Víctor Segovia Monsalve (42).
Lo primero que desea aclarar la familia es que las circunstancias que rodearon los sucesos en un domicilio de prolongación Manuel Aguilar en la noche del martes difieren en absoluto de la versión divulgada por los medios de prensa, al descartar de plano que, al menos la víctima de este hecho de sangre, tenga vínculos con algún tema de droga.
Si bien la policía al momento de la revisión del inmueble -donde estalló la agresión por arma de fuego- halló algunas plantas de marihuana, pero esta propiedad es arrendada por el primo del padre de familia baleado.
La vivienda de la víctima está casi pegada a la de su familiar, en la misma prolongación Manuel Aguilar, a unos 1.500 metros al poniente de Avenida Eduardo Frei.
Al momento de acaecer los hechos, pasadas las 21,30 horas del 20 de octubre, Víctor Segovia se encontraba durmiendo. “Lo despierto porque al lado escuché muchos golpes. Mi esposo salió en pijamas a la calle a ver qué pasaba con la clara intención de auxiliar a su primo, presumiendo que lo estaban golpeando. Cuando él tocó la puerta los sujetos comenzaron a disparar. Le grité ¡amor, vuelve! Ahí estos tipos empezaron a salir de la casa, disparando, ¡vamos…vamos!, decían, fue como de película”.
Su marido cayó baleado, muy malherido, en la entrada de la casa, mientras su primo se encontraba atado de pies y manos. Este último sólo le gritaba que solicitara una ambulancia. “Fue una escena espantosa, además que adentro estaba todo revuelto, le habían dado vuelta la casa”, relató.
Viendo que su esposo perdía abundante sangre desde la zona craneana, donde recibió el impacto de bala a quemarropa, ni siquiera esperó que llegara la ambulancia pues no había tiempo que perder, siendo subido a un vehículo de un familiar que hizo el traslado raudamente al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico.
En la narración de los hechos, Ismenia confiesa que en total eran cuatro personas, armadas, las que escaparon desde el interior del domicilio. Por la oscuridad reinante en el sector no pudo advertir si todos eran hombres, pero sí jóvenes. Todos ellos ocultaban sus rostros con mascarillas y capuchas, y vestían ropa oscura, por lo mismo, además, no pudo aportar a la policía la descripción física de los malhechores, quienes abordaron un vehículo de color morado o café, lo que tampoco puede asegurar fehacientemente. El auto lo habrían estacionado varios metros más arriba.
Sus hijos salvaron
El matrimonio tiene dos hijos, un niño de 11 años y una niñita de un año. La esposa da gracias a Dios porque sus hijos salvaron, porque también pudieron haber sido víctimas inocentes de esta tragedia. Y, es que su vivienda fue atravesada por dos “balas locas” provenientes de la casa vecina.
“A esa hora mi hijo mayor estaba haciendo sus tareas en su computador sentado en el mesón de la cocina, justo se había bajado de ahí, porque segundos después una bala cruzó ese lugar. Y un segundo proyectil traspasó su dormitorio”.
Peritos del Laboratorio de Criminalística de la PDI certificaron los orificios que la trayectoria de las dos balas dejaron en la propiedad colindante.
El primo declaró ante la policía que la banda de maleantes irrumpió en su vivienda con el sólo afán de perpetrar un robo y que en todo momento le exigieron la entrega de dinero. Tampoco él ha podido aportar muchos rasgos físicos de los asaltantes, aunque el hallazgo de plantas de marihuana abrió una nueva arista en la investigación, ante la elucubración policial de que podría estarse ante una “mexicana” o “quitada de drogas”.
Condición médica
Si bien inicialmente se dio a entender que su esposo había recibido dos impactos de bala en la cabeza, sólo uno de los proyectiles ingresó a la zona craneana y le provocó un severo traumatismo.
“Víctor sigue luchando por su vida. El jueves me permitieron verlo en la Uci, está intubado, con respirador. No me han dado muchas esperanzas, pero sé que él es muy fuerte y saldrá de este trance”.
Este sangriento suceso tiene destruida a una familia, cuyos padres viven en la ciudad de Osorno. Ya llegó la mamá para acompañar a la nuera y nietos en un momento de mucha aflicción, donde, además, la esposa se siente culpable por el hecho de haber despertado a su marido. Otros familiares vienen viajando desde la Región de Los Lagos.
Víctor Segovia es de profesión contador, trabajó en CMR Falabella, Banco Chile y de administrador en una planta pesquera. En la actualidad se encontraba cesante. “Siempre él ha sido una persona honesta, responsable, transparente, por lo que no se merece que nadie mancille su buen nombre y honor, al ser vinculado con otros hechos que escapan de la realidad”.
Por último, Ismenia Bahamonde imploró justicia y abogó porque pronto la policía esclarezca el delito de homicidio frustrado que tiene a su marido en riesgo vital, y que sean atrapados los responsables.
Hasta el momento la investigación de los hechos avanza sin detenidos.