Derrumbe en casona de los Derechos Humanos causó daños en auto estacionado
“Gracias a Dios no me pasó nada. Hubo una intervención divina”. Así calificó Ribamar Matos Martins, el pastor evangélico brasileño que ayer vivió el susto de su vida. Frente a la Casa de los Derechos Humanos, en Avenida Colón, estaba estacionado, cuando de repente, producto de las rachas de viento y del estado ruinoso en que está el inmueble desde que fuera incendiado a principios de año, cayó parte de la fachada del segundo y tercer pisos que destruyeron la parte trasera del vehículo.
“Difícilmente estaciono ahí, porque yo estaba haciendo un trámite en Movistar. Fue a las 15,15 horas aproximadamente, y demoré unos quince minutos. Regresé, estaba en el auto, cuando se derrumbó el edificio”, relató el ciudadano brasileño, que lleva dos años viviendo en Punta Arenas.
Los daños fueron considerables, pero aún no tiene una cuantificación. “Se va a hacer una cotización en Recasur para saber. Mañana (hoy) temprano la haré”.
En todo caso, Ribamar Matos Martins conversó con la seremi de Bienes Nacionales, Francisca Rojas, “quien solicitó que hiciéramos la cotización para arreglar el auto, porque aunque el auto tiene seguro, en este momento lo teníamos pendiente de pago. En todo caso, nos dijo que Bienes Nacionales se hará cargo”.
Francisca Rojas se acercó hasta el edificio, que permanece abandonado desde el siniestro de febrero pasado, en el que tampoco hay detenidos ni avances en la investigación. “Tenemos mucha preocupación por la lamentable situación que estamos observando en el inmueble y es una lástima el daño patrimonial en la Casa de los Derechos Humanos. No lamentamos heridos, pero sí daños de una persona particular, nos comunicamos con él y vamos a dar respuesta a ese problema. Agradecemos también al municipio que vino a recoger los escombros. Ahora estamos realizando las gestiones urgentes para retirar los escombros que quedan ahí, que puedan constituir un peligro para las personas”.
La autoridad añadió que en este momento, “estamos en un proceso de licitación, en que estamos por adjudicarla para realizar obras de emergencia a largo plazo en la casa, y esto viene a cambiar nuestras prioridades, porque vamos a tener que realizar obras de corto plazo, urgentes y eso tendremos que conversar con el Ministerio dentro de estos días, para tomar ciertas medidas de resguardo a la espera de esta licitación de obras de largo plazo”, recalcó Francisca Rojas, que agradeció la presencia del Consejo de Monumentos en el lugar, con quienes realizarán las obras de emergencia en conjunto, “siempre considerando resguardar los atributos de la casa que le permitieron ser un monumento nacional, por lo que hay que tener cuidado con los ladrillos y la estructura”, finalizó.
Mientras tanto, Ribamar Matos Martins agradece a Dios por haberlo salvado de este accidente que pudo ser fatal y que tarde o temprano se iba a producir, dado el abandono de la casona y los daños que presenta. “En Punta Arenas llevo más de dos años y medio, siendo parte de una Iglesia Cristiana y el auto pertenece a la entidad. Gracias a Dios no me pasó nada, estuvo bien cerca”.