Turismo en situación límite

Desde la semana pasada, la provincia argentina de Tierra del Fuego abrió sus puertas a los turistas, habilitando el paso de San Sebastián y estableciendo una serie de requisitos para garantizar la seguridad sanitaria tanto de los habitantes de dicho territorio como de quienes lo visiten.

Si bien no podrán recuperar el nivel de actividad de años normales, los directivos del turismo trasandino buscan impulsar la necesaria reactivación del sector, promocionando los espacios naturales que tiene la isla y colocando el acento en su menor densidad poblacional y la oferta gastronómica y variados programas para recorrer la zona.

En tanto, ayer en Punta Arenas casi una veintena de agrupaciones y emprendimientos ligados a este sector -incluidos guías turísticos, dueños de alojamientos, artesanos, artistas, comerciantes y exponentes de la gastronomía- se apostaron frente a las oficinas de la dirección regional de Sernatur y marcharon por el centro en protesta por la prolongada cuarentena y sus nefastos efectos sobre la economía doméstica.

En un “entierro” simbólico de esta medida extrema de aislamiento y confinamiento social, sus dirigentes colocaron dentro de un ataúd las boletas y documentos de los diferentes cobros que les han hecho llegar y que no han podido cancelar por tener sus negocios cerrados desde fines de marzo.

En diciembre estaban cifradas las esperanzas de la necesaria reactivación. Pero, con tasas de contagios altas –lo que demuestra el fracaso de la cuarentena-, no han tenido de parte de las jefaturas sectoriales ni de la intendencia algún atisbo de solución.

El clamor de quienes trabajan adscritos a actividades turísticas es que no pueden permanecer más tiempo cerrados y se han unido a la postura de Fedetur respecto de que se requiere un plan de rescate del sector, el cual -lamentablemente- no llega.