Tertulias pedagógicas

No hace mucho y en estos vaivenes virtuales de clases online, charlas para instituciones, entrevistas, todas acciones de difusión y de carácter educativas, me encuentro en este mundo virtual con un viejo amigo de la Universidad de Chile, con el cual compartimos parte de nuestra juventud en la formación como profesores de Educación Física y por sobre todo siendo “utileros” en los comienzos de un grupo de gimnasia que posteriormente fuimos ganando “terreno” y nos encumbramos como virtuosos ejecutantes de la gimnasia rítmica formativa, en que aparte de glamorosos espectáculos deportivos, recorriendo Chile por sus diversas casas de estudio, más que eso pasábamos horas meditando e intercambiando momentos pedagógicos y vernos como profesionales de la educación, buscando las soluciones para llegar al corazón de los niños y jóvenes que algún día serían nuestros dirigidos. Hoy este amigo encabezando una carrera profesional de la Educación Física en la zona del Biobío, se me acerca virtualmente, inquieto y emocionado por buscar soluciones para sus alumnos, que en cierta medida se han encontrado con esta dificultad de hacer las clases virtuales y detectando en ellos cierta desmotivación, que se traduciría para el próximo año en una amplia deserción, cosa recurrente también que podría pasar en nuestra casa de estudios y de la cual estamos muy alertas para que así no ocurra. Rápidamente nos pusimos a trabajar sobre la marcha de los saludos afectuosos y hemos querido implementar temas contingentes y en lo que a mí respecta mis orientaciones para llevar a cabo actividades de formación en el futuro próximo de actividades con el carácter de la educación al aire libre y por sobre todo indagar y ser pioneros en los aspectos a considerar no sólo para enfrentar ciertos protocolos sanitarios de la pandemia, sino, ir más lejos para provocar una inquietud y requerida prevención ante los posibles embates del cambio climático.

Chile es un país altamente vulnerable al cambio climático, y para los ambientes que nos hacen el llamado, existen instancias de aprendizaje para conocer aún más de los riesgos, para la naturaleza y para la población, ya que estos ambientes llenos de ríos…lagos…montañas y hielos, nos provee de servicios vitales como embalses naturales de agua, recreación, regulación climática, biodiversidad y mucho más. Debemos buscar las maneras de que nuestros futuros maestros estén al tanto de eso y que hay que hacer una labor desde las escuelas y comprender del deterioro de estos servicios, por ejemplo, la disminución de almacenamiento de agua dulce por pérdida de masa de territorios nevados y de glaciares, con consecuencias negativas para el medio ambiente, el clima, y el bienestar humano. Es vital asumir compromisos ambiciosos e inmediatos, para poder alcanzar las metas de crecimiento sustentable que considere las dimensiones medioambientales, sociales y económicas, esto nos lleva a motivar a nuestros estudiantes en plena formación como educadores, instruirlos y entrenarlos bajo estas condiciones, queremos ejercitar con el futuro maestro de la educación física que sería el encargado de sacar a los alumnos a realizar una excursión, a organizar un campamento, a tener mayor sensibilidad por el respeto y cuidado del medio ambiente, pero partiendo del autocuidado, cosa que la pandemia nos ha enseñado estos últimos meses, a entender mucho mejor que todo parte en primer lugar desde nuestra persona en primera instancia y posteriormente comprender que ante mi cuidado propio comienzo a tener las herramientas para cuidar del otro. Es así que en primera instancia hemos recurrido a nuestras propias experiencias contando a través de Tertulias Pedagógicas cómo las personas a través de sus mismas vidas, presentes y vivas, pueden ser aportes vitales para comprender aún más al ser humano y sus contingencias como así también a nuestro entorno inmediato.