El “maestro Unquén”
El primer ejemplar de La Prensa Austral circuló el 25 de agosto de 1941, iniciando una senda ligada íntimamente al devenir de Magallanes y su gente. Este medio de comunicación tiene ya 79 años de existencia y se ha ganado un sitial en la sociedad magallánica.
En este derrotero que ha buscado representar el sentir y las necesidades de los habitantes de este remoto territorio chileno, han sido piezas claves decenas de personas que han aportado, en los más disímiles ámbitos, a hacer de La Prensa Austral y de sus productos asociados una empresa respetable principalmente por entregar un servicio de calidad.
Junto con el quehacer periodístico -que tiene como principal ícono al diario que todos los días ha llegado a los hogares y oficinas públicas y privadas de las región por casi ocho décadas- han sido relevantes los talleres de La Prensa Austral Impresos, en los cuales se han visto la luz los libros y documentos más relevantes de nuestra región, así como otros productos que han permitido a una serie de empresas, gremios, agrupaciones y profesionales difundir sus servicios y dar a conocer sus realizaciones.
En casi tres décadas, detrás de la labor de impresión de millares de textos, fotografías, calendarios, afiches, menú, mapas, guías turísticas, boletas de servicios básicos y otros estuvo el trabajo de un hombre: Daniel Unquén Ulloa.
Conocedor de su oficio, ingresó a trabajar en esta empresa en 1991, cumpliendo cabalmente con la responsabilidad asignada. Pero, a escasas horas de culminar el 2020, Daniel dejó de existir, llenando de congoja a esta casa periodística e impresora.
Con su partida, se ha ido una parte relevante de esta compañía regional, aquella que le permitió a una serie de personas aprender y desarrollar un oficio, haciendo carrera dentro de la empresa gracias a su ética de trabajo.
El “maestro Unquén” partió, pero permanecerá en nuestros registros y recuerdos como un hombre sencillo que trascendió haciendo de su oficio un pretexto para la excelencia.