Concejal Bahamondes: “Fue un año extenuante y costoso en lo pedagógico”

El también docente dijo que nadie estaba preparado para el cambio y que un retorno a clases para marzo dependerá en gran parte de los padres y apoderados.

Como “extenuante” y “costoso en materia pedagógica”, calificó la educación telemática el docente y concejal de Punta Arenas, Mauricio Bahamondes, quien se refirió ayer a la experiencia educativa de 2020 y a la conveniencia del inicio del año escolar el 1 de marzo.

Bahamondes, quien es el presidente de la Comisión Educación del Concejo Municipal, dijo que claramente “nadie y a ningún nivel” estaba preparado para enfrentar un escenario completamente distinto en materia educacional a través de las herramientas que entrega el sistema online. “Fue extenuante para alumnos y profesores, con costos pedagógicos claros. Por eso, si en algún momento antes de la pandemia se discutía la duración de la clase presencial por temas de concentración, qué decir después de la atención de un alumno a la distancia. Eso desde lo técnico, porque desde lo práctico pretender que la educación sea telemática en una sociedad tan desigual como ésta, es imposible. Lo único que hizo esta experiencia fue incrementar la brecha de conocimientos por sectores socio económico”.

En cuanto a lo que espera para 2021, indicó que el desafío para las autoridades es buscar la forma de revertir las carencias que terminaron por hacer un daño, pero que deben servir para adoptar decisiones que consideren la realidad que significa el que buena parte de los actores ligados a la educación, principalmente municipal, no tengan acceso a equipos ni a internet.

Sobre la conveniencia de volver a las aulas a partir del 1 de marzo, tal como lo ha asegurado el ministro Raúl Figueroa luego de conocer el informe el Consejo Asesor de la Educación, Mauricio Bahamondes señaló que “si se vuelve o no eso sólo lo dirá el estado en el que se encuentre la pandemia. Hoy es muy difícil de predecir, porque los sistemas educativos son, sin duda, uno de los principales vectores de contagio no sólo por los alumnos sino que también por todo lo que movilizan. Las confianzas en la seguridad no están tan claras y en esto la última palabra la tienen los padres, no el sistema”.