Reforma previsional y brecha de género
A la espera del trabajo que deberá realizar la Convención Constitucional, existe relativo consenso respecto de que el actual Congreso y el Ejecutivo deben seguir avanzando en la corrección de sistemas y legislaciones, con la finalidad de garantizar mayor equidad en aspectos básicos de la vida de las personas.
Uno de estos grandes temas es el previsional. Importante es que la comisión de Trabajo del Senado, que encabeza la senadora magallánica Carolina Goic, y el nuevo ministro del ramo, Patricio Melero, convinieron ayer en que se tiene que agilizar la tramitación del proyecto de ley que está siendo ahora estudiado por dicho grupo parlamentario.
Para cumplir tal cometido, se acordó avanzar en aquellas materias en que existe algún acuerdo y dejar para la comisión mixta aquellos nudos o discrepancias surgidas entre lo aprobado por la Cámara de Diputados y las indicaciones remitidas por el Ejecutivo.
Uno de los hechos que más ha entorpecido el avance de esta reforma que ha estado años en el Congreso es que se parte de diagnósticos demasiado disímiles, pues desde las AFP y el actual gobierno se plantea que las administradoras han realizado un buen trabajo y que el escollo está en que son las personas las que están ahorrando poco y que la industria requiere de más actores para mejorar la competencia.
Lo único totalmente cierto es que, independiente de las posturas que se asuman, la realidad es una: las pensiones en Chile son bajas y existe una brecha de género. Según la información de la Superintendencia de AFP y de acuerdo a los datos obtenidos hasta mayo del año pasado, el promedio de las jubilaciones era de $288.308. Esta cifra varía según el género de los trabajadores. Los hombres perciben en promedio $353.206, mientras que las mujeres sólo $217.380.
Este desfase proviene del desbalance que existe en el mercado del trabajo, dado, entre otros aspectos, por las diferencias en la participación, en el acceso, en las remuneraciones y la interrupción laboral.
Está claro que uno de los imperativos de la reforma previsional es hacerse cargo de dicha brecha, debiendo la corrección del diseño del actual sistema propender a aquello.