Necrológicas

– Olga Patricia Yáñez Vásquez
– Janett Cristina Fariña Mac Donald
– Antonio Eduardo Ruiz Inostroza
– Marta Rosa Figueroa Contreras
– María José Bermejo Pérez
– Ana Celia Douglas Dobson

Rezagados y Covid-19

Por La Prensa Austral Sábado 8 de Mayo del 2021

Compartir esta noticia
64
Visitas

Lo peor que le puede pasar a Magallanes es que el proceso de inoculación se estanque y no se complete, según el ritmo programado, el cual proyectaba que más del 80% de la población estaría con su segunda dosis a fines del primer semestre, asegurando la denominada inmunidad de rebaño que, en suma, implica generar una inmunidad colectiva al Covid-19.

Así como en las últimas semanas el ministro de Salud había expresado su preocupación por la tendencia al alza de los contagios en Magallanes, también había puesto a nuestra región como ejemplo de la marcha del proceso de vacunación contra el Covid-19.

Esta semana, Magallanes figuraba con más del 57% de su población inoculada con la segunda dosis, porcentaje superior al nacional que era de 36,9% (casi siete millones de personas completamente vacunadas en el país).

Este esfuerzo ha tenido resultados, los que se aprecian en la evolución etaria de los pacientes que están hoy hospitalizados y ocupando las camas críticas en la red hospitalaria regional como nacional.

Por estos días, las personas que están siendo atendidas en las Unidades de Pacientes Críticos son menores de 65 años y, en su gran mayoría, se ha constatado que no habían sido inoculados o no habían completado el esquema con la segunda dosis.

Las jefaturas regionales han alertado sobre esto e informado que hay más de 10 mil personas rezagadas en el proceso de vacunación regional.

La Organización Mundial de la Salud ha reconocido que disponer de una vacuna segura y eficaz es una herramienta que contribuirá a los países y comunidades a controlar la expansión de esta enfermedad y a reducir su letalidad.

El gobierno ha seguido haciendo esfuerzos por celebrar contratos con los laboratorios productores de estas dosis y mantener el stock de vacunas en todo el país.

Esto tiene que ser acompañado por una conducta responsable de los habitantes, quienes deben cumplir con el calendario de vacunación establecido y concurrir a los establecimientos dispuestos para aquello.

Lo peor que le puede pasar a Magallanes es que el proceso de inoculación se estanque y no se complete, según el ritmo programado, el cual proyectaba que más del 80% de la población estaría con su segunda dosis a fines del primer semestre, asegurando la denominada inmunidad de rebaño que, en suma, implica generar una inmunidad colectiva al Covid-19.