Ministro de Energía: “El potencial para la región permitiría producir electricidad equivalente a 7 veces más de lo que hoy tiene toda la matriz general de Chile completo”

Con la satisfacción de ver a la Comisión Regional de Medio Ambiente aprobando, por unanimidad, el proyecto de hidrógeno verde, el ministro de Energía y también titular de Minería Juan Carlos Jobet finalizó su visita a la región, entregando esta noticia que según su visión, marcará un antes y un después en la producción energética en la zona. “Tenemos un potencial gigantesco en Chile para aprovechar esta energía renovable, para con ella y un poco de agua, producir hidrógeno, para exportarlo o producir otros combustibles derivados, que son cero emisiones como amoniaco, metanol, y gasolina sintética que es lo que se hará con este proyecto de Hif, la idea es que quede un porcentaje en la región y el resto de exporte”.

Para Jobet, la principal importancia es que Chile históricamente ha importado combustibles fósiles o productor-explotador de gas, pero con este megaproyecto de energías renovables, “vamos a ser capaces de producir toda la energía que necesitamos consumir en Chile y exportar el excedente al resto del mundo. Cuando uno mira el mapa, muchos creen que el mejor lugar del mundo para producir hidrógeno y sus derivados, es la Región de Magallanes, porque sus vientos son los mejores del mundo, son muy fuertes y muy persistentes en el tiempo, muy constantes. Eso ha generado el interés del gobierno, de lanzar una estrategia de desarrollo de esta industria y ha despertado el interés de muchos inversionistas, y la participación de Enap para desarrollar distintos proyectos”, destacó.

Jobet calcula que hay más de cuarenta proyectos de desarrollo de hidrógeno en Chile, en distintos niveles de avance, unos para exportar, otros para suministrar a la minería o a la industria del comercio, donde Magallanes, afirma, será clave.

Aunque las proyecciones apuntan a los años 2030 y 2050, ya para el próximo año se podría ver resultados con el proyecto de Hif, que comenzará a levantarse en julio y estar terminado, posiblemente en abril de 2022 se estarían produciendo las primeras moléculas de hidrógeno a nivel industrial.

El proceso, explica Jobet, “instalar un parque eólico, una turbina eólica, de aproximadamente 3,5 megawatts, con la que se va a generar electricidad, con la cual se instala un electrolizador, una máquina que con un poco de agua y electricidad produce el hidrógeno. Se captura CO2 de la atmósfera, es un combustible de carbono neutral que no contribuye al cambio climático, a diferencia del petróleo, porque para fabricarlo, el proceso toma CO2 de la atmósfera, lo mete en el combustible, junto con el hidrógeno y los autos pueden usar ese mismo combustible, sin tener que cambiar el motor y por ello es cero emisiones. Eso en abril va a estar produciéndose, pero el potencial que hemos identificado para la región permitiría producir electricidad equivalente a 7 veces más de lo que hoy tiene toda la matriz general de Chile completo. Y en el tiempo, el proyecto tiene, en todas sus etapas, una capacidad de producción total que equivale a todo el consumo de combustible de Chile”, profundizó.

No sólo viento

Sin embargo, para la instalación de este proyecto se requiere del capital humano, con formación de profesionales afines. En ese sentido, el ministro Jobet destacó que además del viento, Magallanes tiene potencial en infraestructura, ligado fundamentalmente a la producción de hidrocarburos, y capital humano, con profesionales asociados a esta industria, “que en el tiempo debieran ir reconvirtiéndose para atender esta industria del hidrógeno, pero si ésta toma la magnitud que esperamos, va a tener un tamaño tal que vamos a necesitar más profesionales, entonces, uno de los componentes esenciales de nuestra estrategia es anticiparnos a esas necesidades de capital humano que vamos a identificar y tratar de evitar que lleguen profesionales de otras regiones; la idea es identificar a tiempo las necesidades de capital humano que tendrá la industria para que los centros de formación técnica, universidades y el sistema educacional, pueda formar estos profesionales para atender esa industria. Lo que queremos es que esta industria esté enraizada con la comunidad en la que opera”.

En cuanto a la infraestructura en la zona, principalmente en los puertos, Jobet destaca su calidad, por lo menos para la exportación de las primeras etapas, donde Enap aportará su infraestructura, para de ahí ver si las etapas siguientes requerirán de nuevas construcciones.

Finalmente, aunque la iniciativa superó la evaluación de impacto ambiental, la instalación de parques eólicos podría tener efectos, tanto en la producción ganadera como en el paisaje, con consecuencias para el turismo. No obstante, el ministro de Energía explicó que estos parques no causarán perjuicios.

“Hemos tenido varias reuniones con estancieros y dueños de tierra, donde se ha abordado la relación de esta industria con la ganadería y lo primero que nos dimos cuenta es que es perfectamente compatible, lo que les permitirá tener su crianza de ganado y al mismo tiempo, tener los ingresos adicionales por los aerogeneradores, que ocupan un pequeño espacio. Y segundo, que hemos hecho estimaciones de la densidad de aerogeneradores en el territorio y nuestra estimación depende de cada proyecto y a qué velocidad avanza la tecnología. La estimación es que debiéramos tener una turbina cada cincuenta o cien hectáreas, no es que vamos a tener un ‘bosque’, por lo que no va a tener mucho impacto. Hay varios proyectos en desarrollo y depende de cada uno qué superficie está evaluando, pero van a ser varios miles de hectáreas, va a tener mucha extensión y la gracia es que tendrá baja densidad de torres, entonces no vamos a tener concentración y no debiera afectar la apariencia ni el turismo”, finalizó el ministro de Energía Juan Carlos Jobet.

Enap

Al mismo tiempo, el gerente general de Enap, Andrés Roccatagliata recordó que “en estas tierras se descubrió el petróleo, hace 70 años. Ahora estamos frente a un nuevo hito, que es la búsqueda de nuevas tecnologías, con lo cual se dará un nuevo sentido económico a la región y, por qué no decirlo, al país entero. En Enap confiamos que desde aquí salga energía para Magallanes y, siendo ambiciosos, para Chile y todos los países que se beneficien de esta tecnología”.