Necrológicas

A dos décadas del histórico debut de la TC argentina en Río Gallegos

Lunes 12 de Julio del 2021

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Hace veinte años atrás, a comienzos de diciembre del 2001, por primera vez llegó a Río Gallegos la categoría Turismo Carretera argentina, considerada como la categoría más importante del automovilismo en ese país.

Fue creada en 1937 bajo el nombre de Campeonato Argentino de Velocidad y el 2009 entró al Libro de récords Guinness por ser la competencia de automovilismo más antigua vigente en el mundo.

En sus comienzos las carreras se realizaban en rutas y caminos, por lo general de tierra, pero luego de numerosos accidentes se suspendió esta práctica en la década del ‘90 y actualmente se realiza únicamente en autódromos.

Por tal motivo, “La Prensa Austral” publicó un reportaje en esa época sobre la categoría que era desconocida para la gran mayoría de los aficionados magallánicos.

CATEGORIA UNICA

Ni el riesgo país, catapultado por sobre los cuatro mil puntos, ni el feriado bancario previsto para la semana pasada, ni la aguda crisis económica que vive la Argentina y que ha significado el cierre de importantes industrias con el consiguiente desempleo, fue obstáculo para que Río Gallegos disfrutara al máximo con la presentación en el autódromo ‘Ciudad del Centenario’ de las categorías nacionales argentinas de Turismo Carretera y Turismo Carretera Pista”.

“El evento, con el que se cerró la temporada oficial (2001) de estas dos series, consideradas las más importantes del automovilismo argentino, congregó a más de veinte mil personas el día sábado cuando se efectuaron las clasificaciones y sobre las veinticinco mil el día domingo, cuando se desarrollaron las carreras”.

“De esta gran cantidades espectadores,10 mil por lo menos eran viajeros que lo hicieron desde distintos puntos del país vecino. La fiesta no fue ajena a los magallánicos y es así que cerca de 800 personas cruzaron la frontera rumbo a Río Gallegos para estar presentes en este espectáculo de primer nivel”.

CIRCO “TUERCA”

“¿Por qué tanta efervescencia por una carrera de autos? es la pregunta que nos hicimos antes de viajar a Río Gallegos y la respuesta la tuvimos apenas pisamos por primera vez el autódromo riogalleguense: más que un evento deportivo es un espectáculo total, un verdadero circo ‘tuerca’”.

“Un circo en el que trabajan, directa o indirectamente, tres mil personas entre las que se encargan de preparar los motores, confeccionar los chasis o distintas partes de los autos, hasta los encargados de los grandes camiones que transportan las máquinas, los mecánicos, las muy atractivas promotoras, boleteros, banderilleros, proveedores de neumáticos, vendedores de souvenirs, dirigentes, etc.”.

“La verdad es que la organización, a cargo de la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), mantiene todo bajo su control, desde el ingreso del público al autódromo, el cumplimiento de los horarios, los reglamentos, los locales de venta de comida y de hasta quienes se ubican con los puestos de venta de souvenirs”.

ALTOS VALORES

“Estos últimos acompañan a la categoría a todos los autódromos donde participan y deben pagar un derecho cercano a los tres mil dólares por temporada. A lo anterior se debe agregar los 550 mil dólares (aproximadamente 900 mil dólares en la actualidad) que debió pagar el Automóvil Club de Río Gallegos para que la categoría viajara por primera vez a la capital de Santa Cruz, cantidad que fue aportada por la Gobernación (Intendencia) de esa provincia”.

“También se incluyen los altos valores -por lo menos para nosotros- de las entradas: veinte dólares (unos US$ 35 actuales) la general, más cincuenta dólares (US$ 80 actuales) adicionales para entrar a la zona de boxes y doce dólares (US$ 20) si se quería ver la carrera desde una de las tribunas mecano instalada especialmente en algunos sectores del autódromo”.

“Como se puede apreciar todo se maneja en torno al dinero, nada queda al azar, lo que hace de este espectáculo una verdadera industria y de las más rentables hoy día en Argentina”.

“Pero no todo son ingresos, también existen altos costos en la organización del espectáculo, calculados -sólo en el aspecto operacional- en un millón y medio de dólares (2,5 millones actuales aproximadamente) por fecha. Una locura para muchos, pero es la realidad de un deporte que en el vecino país es el más visto después del fútbol”.

PRIMER NIVEL

“¿Qué nos entrega a cambio la Turismo Carretera?, un espectáculo de primer nivel, atractivo desde principio a fin, con un manejo del marketing que se lo quisieran varias empresas chilenas”.

“Destacó la presentación de más de 70 autos entre las dos categorías, todos muy bien presentados, con un muy buen apoyo publicitario, acompañado de promotoras que le dan un ‘toque de glamour’ al evento”.

“A lo anterior se agrega la presencia de los mejores pilotos del país, quienes en todo momento están a disposición de los aficionados y medios de comunicación para un autógrafo, una foto, entregando algunos obsequios o dando una entrevista”.

“De allí parte el gran éxito de la categoría, que ya cumplió 78 años en las pistas argentinas, comparándolas con otras similares como la TC 2.000. Todos son conscientes de que se deben al público y al espectáculo, retribuyendo ese apoyo acercándose a ellos con gestos de este tipo”.

PARA APRENDER

“Sin duda que todos los magallánicos que asistimos a presenciar la carrera volvimos impresionados con lo que vimos. Hay muchos más detalles para conocer y aprender en favor de nuestro automovilismo regional, el que -luego de ver este circo- sin duda está muy lejos de alcanzar ese nivel de competencia y organización”.

“En todo caso la escasa cantidad de pilotos y dirigentes locales que viajaron deben tener clara cual es la dirección que se debe tomar para engrandecer este deporte en nuestra región, si es que realmente queremos que este crezca”.

“Mucho de lo visto no necesariamente significa un costo en lo económico, como es disponer de un buen reglamento de competencia y técnico, cumplir con los horarios, tener un equipo organizativo bien capacitado y, fundamentalmente, conocer cuáles son los derechos y obligaciones que debe tener cada estamento, pero teniendo siempre muy claro que la prioridad debe ser el espectáculo y el respeto al público”.

“De una vez por todas debemos dejar de tomar esta actividad como un hobby y considerarlo definitivamente como un deporte-espectáculo y con la seriedad que se merece la gran cantidad de aficionados al automovilismo que existe en  nuestra región”.

RICA CON HISTORIA

“La TC es la categoría más tradicional de la Argentina, con más de ochenta años de historia, fundamentalmente en circuitos de Buenos Aires, pero que luego se atrevió a correr en algunas provincias”.

“En la primera carrera participaron 68 máquinas, las que recorrieron doce provincias y 6.894 kilómetros. Angel Lo Valvo, con Ford, fue el primer ganador. Junto a él destacaron otros pilotos de la época entre los que se encontraba el chileno Lorenzo Varoli”.

“También corrió el quíntuple campeón mundial de Fórmula Uno, Juan Manuel Fangio, quien logró los títulos en 1940 y 1941”.

“Participan autos cuyas carrocerías originales fueron construidas entre 1965 y 1980 ‘pero de eso no queda nada, sólo el formato del auto -señala Cristián Avila, uno de los constructores de chasis más importantes de Argentina- ya que todos los chasis y las jaulas son de tubos. Lo único que se mantiene original es el formato exterior, donde uno los ve y dice es un Chevrolet o un Ford’”.

“Los modelos actuales tienen trompa de fibra, alerones de aluminio, junto a elementos sofisticados como amortiguadores Penske, ‘que es la misma marca y a veces hasta el mismo modelo que usan los autos de la Fórmula Uno’, agrega Avila”.

“Las rótulas son las mismas que se venden en Europa y Estados Unidos. De auto de calle no tiene nada, es un auto de carrera con todos los elementos de primer nivel”.

COMPETITIVA

“Construir un auto se tarda tres meses ‘y si lo haces bien -añade Avila- de inmediato eres competitivo, además que la categoría es muy competitiva, hay muchos autos, son muy parejos y hay veces en que uno dice que lejos estamos, vigésimos, pero miramos y estamos a medio segundo de la punta, y medio segundo no es nada’”.

“Para el destacado ‘chasista’ la categoría es más competitiva que la TC 2000, que tiene autos más actuales. ‘Estos (los TC) son autos más viejos, pero al tener seis cilindros y un régimen de motor a 9.500 R.P.M. hacen un ruido especial, un ruido distinto, y eso atrae a la gente y les gusta muchísimo’”.

“Un auto nuevo, cero kilómetro, con motor incluido, puede costar entre 120 a 150 mil dólares (200 a 250 mil en nuestros tiempos) y los gastos por carrera entre 15 y 30 mil dólares (25 a 50 mil dólares de hoy), dependiendo del equipo”.

MAS DE CIEN AUTOS

“Existen mucho más de cien autos preparados, entre la TC y TC Pista, esta última destinada a pilotos debutantes o con poca experiencia”.

‘“Los autos son los mismos, indica Avila, sólo cambia que en vez de usar caja de cambios de quinta marcha usan caja de cuarta y una brida en el carburador para que no anden a tanta velocidad, pero igualmente hay sólo tres segundos de diferencia”’.

“Año a año liberan parte del reglamento, ya que muchos elementos de fábrica ya no se elaboran, por lo que al cambiar el reglamento siempre se pueden mejorar las máquinas”.

“Para el próximo campeonato (2002) ya permitieron cambiar las cajas de dirección, ‘que era casi lo único que quedaba original de los autos, permitiéndose traer una que usa la categoría Nascar, ofreciendo con ello mayor seguridad y una dirección más suave’, concluye señalando Cristián Avila”.