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Director médico del Laboratorio de Medicina Molecular del Cadi-Umag, Marcelo Navarrete: “Lo importante es que la gente se siga testeando, porque nos va a permitir que si hay un brote, lo podamos contener antes que se propague”

Domingo 1 de Agosto del 2021

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En dicho centro están muy orgullosos por ser uno de los principales laboratorios de análisis de muestras e investigación del país y además, valoran las características propias de la zona, en esta sostenida disminución de casos en la región, además del número de muestras que se realizan.

Cristián Saralegui Ruiz

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El último mes fue, por lejos, el más auspicioso en lo que respecta a la pandemia del Covid. Cifras menores a los 10 casos diarios e incluso, llegando un día a no registrar contagiados, tienen a la comunidad especialmente esperanzada de poder dejar atrás la pesadilla que ha significado esta emergencia sanitaria. Los restaurantes, centros comerciales, pubs y hasta discotecas están empezando a reabrir sus puertas, para “envidia” del resto del país, que el año pasado miraba a Magallanes como un caso crítico y ahora como un ejemplo a seguir, como lo reconoció el propio ministro de Salud, Enrique Paris, que elogió a la región hasta que las cifras positivas ya fueron costumbre.

Donde respiran con más alivio es en el Centro Asistencial Docente de Investigación, Cadi-Umag, especialmente en el Laboratorio de Medicina Molecular, ya que desde el año pasado, en el peor momento de la pandemia, asumieron la complicada e inédita labor de analizar las muestras y así evitar que los exámenes tuvieran que viajar hasta Santiago para determinar los contagios, lo que evidentemente, contribuía a aumentar la cifra de positivos, dada la demora en la entrega de los resultados. Y aunque a principios de año se veía un panorama igual de desolador que el 2020, el director médico del laboratorio, el doctor Marcelo Navarrete tiene hasta un semblante distinto, más esperanzado, aunque con la cautela propia de los hombres de ciencia.

“Hasta donde sabemos, la actual situación depende de varios factores: una, es que somos una región que se mantiene aislada e insular (a fines prácticos, no es que lo sea, pero se comporta como si fuera insular), y eso permite un buen control del seguimiento y trazabilidad de casos, y el ingreso, sobre todo, de nuevos casos foráneos. Hay una medida interesante en la región, que es el control de PCR previo a entrar a los aviones y control aleatorio previo al arribo, lo que me parece una medida acertada; también hay mucha conciencia de la gente, ya casi no se ve gente sin mascarilla o usándola de manera incorrecta, en los distintos espacios como centros comerciales o supermercados. Y obviamente, otro factor es la exitosa campaña de vacunación. Hay una población que ha aceptado las vacunas que se han ofrecido”, describió Navarrete sobre la situación actual en la región.

– ¿A qué otra región del mundo se puede asemejar el caso de Magallanes, que pasó de ser uno de los ejemplos más negativos a tener una mejoría considerable?

– “En el caso de inmunización, es Israel, pero igual, por el aislamiento geográfico, Nueva Zelanda. Pero no hay que olvidar que el año pasado, en esta misma época, teníamos también cero casos, un par de días sin nuevos casos y después llegó el peor momento. Sin embargo, el año pasado no sabíamos un montón de cosas, y no había vacunas. También estábamos en cuarentena, y ahora no”.

– ¿Cómo vislumbra el escenario futuro, tomando en cuenta lo que se vive en Europa, que ahora tiene más libertades y hay países que han visto aumentar sus casos?

– “La característica principal de la pandemia ha sido la sorpresa. Parece que uno va entendiendo cómo va funcionando, y a la vuelta de la esquina hay una sorpresa preparada, de distinta índole. Está el caso de Reino Unido, donde se liberaron todas las restricciones y los casos bajaron, y nadie tiene una explicación muy clara del por qué. Y allá tienen la variante británica y circulación de Delta, que tuvo al gobierno en el centro de la crítica de los epidemiólogos mundiales, pero que a pesar de eso, el 16 de julio decidieron levantar las restricciones y 14 días después, los casos vienen bajando. Es cierto que tienen una tasa de vacunación alta, pero tampoco tan alta como la nuestra, un 57-60% de la población. Y en España, que para el estándar europeo tiene una tasa alta, es baja, porque anda alrededor del 50% y nosotros en Magallanes tenemos el 95%”.

Es por ello que Marcelo Navarrete sostiene que, primero la población aprendió a convivir con la presencia del virus, y que “con estas tasas de inmunización, tanto por vacuna o por haber tenido la enfermedad, y con buenos controles de la circulación del virus que hay y de las variantes que puedan aparecer, sería esperable que podamos mantener, a menos que haya una gran sorpresa, la situación en determinado nivel de control ¿hasta cuándo? Hasta que la inmunidad deje de ser efectiva y aún no sabemos a ciencia cierta cuanto dura ¿Cómo podríamos compensar eso? Con refuerzos en vacunas, lo que se habla de tercera dosis, o segunda en caso de las Astrazeneca, pero ir pensando en la estrategia de refuerzo, que en algunos países como Uruguay, asumieron”.

– ¿Existe preocupación ante el aumento de las libertades que ha habido últimamente, con el paso de Punta Arenas a Fase 4?

– “Obviamente, siempre debemos estar en alerta y la guardia alta; no nos queda otra que seguir controlando para ver qué ocurre con los distintos cambios”.

Los testeos

Quienes siempre apelan al pesimismo para observar cada situación, plantean la hipótesis de que la baja de casos de las últimas semanas se debe a que la gente, ya confiada en que lo peor ya pasó, se está testeando en menor cantidad. Pero la realidad indica que no es así, enfatiza Navarrete.

“Se ha mantenido súper bien. Uno hubiese esperado que la gente se testeara menos. En febrero-marzo era un momento malo, pero desde abril en adelante no ha caído, se mantiene. Un promedio diario, solamente en este laboratorio, es de 500 muestras, pero está el de Natales, y los pequeños privados, así que debieran haber unos 800 en promedio. Yo creí que iba a bajar. Eso es importante, que la gente se siga testeando, porque ante la ausencia de una mejor opción, nos va a permitir que, si hay un brote, lo podamos contener antes que se propague. La variante Delta u otra no han llegado, pero tampoco cuánto protege Sinovac contra Delta, pero está la posibilidad teórica que no sea tan problemática. Sabemos que Delta puede escapar a Pfizer en cierto porcentaje”.

– ¿Cada cuánto tiempo debe testearse una persona?

– “Lo importante es tener monitoreados ciertos grupos especiales de riesgo y un nivel por habitante, más o menos adecuado, y el número que se estimó para la región bordeaba entre los 500 y los mil, lo que es óptimo. La persona se debe testear dependiendo de la exposición y del riesgo, porque una persona sola en casa, con su burbuja, no es tan necesario; pero para quien realiza una actividad con mucha interacción igual no está tan claro la cantidad, porque hay estrategias alternativas, de hacer muestreo aleatorio, de manera tal que uno tenga información de si hay circulación o no del virus; y también depende de la técnica: si se usan técnicas de baja sensibilidad, como el test de antígeno, hay que hacer controles más seguidos, semanales; en cambio con las técnicas más sensibles, como PCR, uno puede espaciar un poco más. Pero es muy variable”.