Necrológicas

Falta de política regional de tratamiento de residuos

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 8 de Noviembre del 2021

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a Región de Magallanes y Antártica Chilena, con el mayor territorio dentro de las regiones del país, con una de las mayores reservas de agua dulce del Planeta (Antártica y/o hielos patagónicos, glaciares y ventisqueros por doquier), con los bosques nativos más meridionales del planeta, con paisajes únicos y una densidad poblacional bajísima, en el enclave de los dos océanos y con el paso del mar antártico al sur del cabo de Hornos, se ha automirado (y con mucha lógica en gran parte de los casos), como una región prístina y donde la actividad predominante debe o debiera ser la contemplación, el turismo y los servicios.

Claramente, hay una obligación humanitaria de ocuparnos de nuestro Planeta, ocuparnos y preocuparnos de su salud, pues en definitiva es la salud de nosotros, de los seres humanos que lo poblamos y de los que vienen. Por otro lado, la región se ha debatido en los últimos años, en la convivencia de seguir siendo una región productora de hidrocarburos, con una creciente Industria Acuícola, principalmente la industria de la producción del salmón, la que convive en espacios naturales, incluso se superpone, con parques nacionales o cercana a áreas marinas protegidas y la convivencia con el turismo que hoy se encuentra atravesando una profunda crisis por las extremas reglas impuestas por la pandemia.

Somos también una región que tiene en la pesca artesanal y en la exportación de productos del mar una de sus potencialidades, una intensiva presencia en la mano de obra y el trabajo en una actividad que nos hace llegar a confines del mundo como la industria del erizo y la centolla. En eso todo bien. O más o menos.

Lamentablemente en una actitud a ratos voluntarista, transitamos automirándonos y queriendo ser (y creo que lo debemos ser), una región carbono neutral y productora de energías limpias.

Esta clara voluntad, a ratos desbocada y a ratos sólo discursiva, choca con la triste y cruda realidad. Nuestras cuatro capitales provinciales carecen de rellenos sanitarios o plantas de tratamiento de residuos sólidos domiciliarios. El relleno sanitario de Natales, que demandó más de 5.000 millones de pesos de fondos regionales, aún no entra en operación luego de casi 3 años del término de su construcción, por innúmeros incumplimientos, dudas y poca importancia que los distintos gobiernos ejecutivos de la región le han dado a esto, sin perjuicio de las responsabilidades de la unidad técnica, Municipalidad de Natales, en especial su ex administración.

Por otra parte Punta Arenas, sigue con su vertedero en un estado de colapso, con varios incendios en este último tiempo, con cero manejo de sus lixiviados (es el líquido resultante de un proceso de percolación de un fluido a través de un sólido fuertemente presente en los vertederos), a pesar de ser una materia que en su momento el municipio de Punta Arenas durante nuestra administración, construyó un proyecto y obtuvo su recomendación técnica de los órganos evaluadores del Estado para proceder al control de estos (los líquidos percolados y lixiviados del vertedero de Punta Arenas) y pidió que se ejecutará este proyecto con financiamiento FNDR. Se nos indicó por parte de la entonces intendencia regional que como esta materia estaba incluida en el Plan de Zonas Extremas, se esperaría a que se comenzará a ejecutar el PEDZE (Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas) para acometer esta tarea pues era uno de los proyectos que allí se incluían y por lo tanto se financiaban. Esperamos porque el argumento de los recursos era plausible. El vertedero y el entorno de éste en Leñadura y su río, siguen esperando al día de hoy casi llegando al 2022.

En Tierra del Fuego, la situación de su vertedero o basural es paupérrimo y para que vamos a hablar del basural de Puerto Williams. En síntesis, nada, pues esto, ¡¡no se ve!!. Este zapato no le aprieta a nadie en particular. Es decir, nos llenamos la boca con ser una región prístina y ni siquiera tenemos una disposición de nuestros residuos domiciliarios en forma moderna y ecológica.

Para que vamos a preguntarnos si existe al menos en plan, de tener un tratamiento a los residuos industriales, es decir una disposición de los residuos de la pesca artesanal, de la industria acuícola o de la construcción por poner sólo algunos ejemplos.

Seguiremos en este dilema o, nos pondremos manos a la obra, para que incluso nuestras futuras y deseables plantas de Tratamiento de residuos, pudieran recibir los residuos antárticos, viendo esto como una oportunidad económica y ética. Claramente hoy no damos el ancho, sobre lo básico que es tratar nuestros residuos domiciliarios. Experiencias masivas de compost tampoco ha sido desarrollado en estos últimos cinco años en la región.

Ni pensemos en la disposición de los residuos o mortandades que ha producido y se está produciendo en algunos centros acuícolas por parte de la industria del salmón. Con suerte terminará en nuestros contaminados y precarios vertederos (como ha ocurrido en ocasiones anteriores), si es que no termina en el fondo marino.