La “Ley del Mono” podría ser extendida hasta 2023
– La normativa actual expira el próximo año, pero debido a la pandemia, las personas no han podido acogerse al procedimiento simplificado de regularización de las viviendas de autoconstrucción.
Más de 2 mil propietarios en Punta Arenas pudieron regularizar sus viviendas -construidas sin el previo permiso municipal- en los últimos tres años, gracias a la conocida popularmente como la “Ley del Mono”. La normativa permitió que los dueños de propiedades de no más de 140 metros cuadrados, que no superen las 2 mil UF (55 millones de pesos) que no cuenten con recepción definitiva y que se encuentran emplazadas en áreas urbanas o rurales, poder acogerse al procedimiento.
Cabe recordar que la Ley 20.898 tuvo un plazo de vigencia original de tres años a contar de su publicación, es decir, expiraba el 4 de febrero de 2019. Luego, mediante la promulgación de la Ley 21.141, publicada el 31 de enero de 2019, se sustituyó dicho plazo, por uno de seis años, de modo que actualmente rige hasta el 4 de febrero de 2022.
Sin embargo, los senadores Francisco Chahuán, Carmen Gloria Aravena, Juan Castro, Carlos Montes y David Sandoval, apuestan a permitir que las familias que no han podido regularizar sus viviendas producto de los efectos de la pandemia, tengan un año más para hacerlo, vale decir, hasta febrero de 2023. Dicha moción es motivo de estudio en la Cámara Alta.
Los interesados en regularizar sus viviendas deben acudir ante la oficina de la Dirección de Obras Municipales habilitada en cada comuna.
La medida permite actualizar todos los antecedentes de la edificación, como corresponde, siendo un documento que cobra importancia a la hora de iniciar la tramitación de la compra o venta de una vivienda que desde su construcción, ha estado en una situación irregular.
Sin duda es un ahorro bastante considerable a nivel de pago de derechos, así como la posibilidad de ahorrarse la contratación de un profesional para que se haga cargo del trámite, recibiéndose además un permiso de edificación y una recepción en el mismo acto.
Los antiguos barrios de Punta Arenas surgieron fruto de la autoconstrucción, de la necesidad de las familias de satisfacer los requerimientos básicos de habitación de sus familias. La regularización implica también una forma de valorización económica del esfuerzo familiar puesto en estas ampliaciones. Hay poblaciones donde muchos partieron con un par de piezas y hoy tienen construidas casas de hasta 140 metros cuadrados y más.
Con este instrumento legal, los propietarios están en condiciones de sanear sus construcciones, estar dentro del marco de la ley, siempre que cumplan con los requisitos, fundamentalmente aquellos aspectos relacionados con la seguridad, bien que siempre se debe proteger.