“Me quisieron coimear para que no hable…”
El futbolista profesional puntarenense Ricardo Fuenzalida, quien defendió a Deportes Melipilla entre 2016 y 2020, reveló cómo los dirigentes blanquiazules operaban en la interna, todo esto en el marco de la investigación contra los “Potros” que lleva la ANFP por dobles contratos, con el consiguiente riesgo de desafiliación que pesa sobre el cuadro metropolitano.
El volante de 29 años, quien jugó por Scout, Magallanes y Prat, además de General del Canto (Liga Popular) en nuestra capital regional antes de incursionar en el profesionalismo, destapó amenazas, coimas, dobles contratos y pagos “en negro” que existieron desde los “Potros” hacia él, misma situación que denunció su ex compañero José Huentelaf.
TESTIMONIO
“Decidí hablar por muchos motivos. La gente que estuvo trabajando en el último tiempo en Melipilla se portó muy mal conmigo y creo que atacaron a una persona muy importante para mí en el fútbol, que es Gino Valentini (ex dirigente del club). Necesitaba prestarle una mano por todo lo que ha hecho por mí y, obviamente, declaré a favor de él para demostrar que yo sí tenía doble contrato en Melipilla”, comentó al diario As Chile el futbolista magallánico, quien actualmente es jugador libre tras su paso por Santa Cruz.
Reconoció que siempre fue conciente de que él firmó “contratos negros, pero ahora, como pasó este revuelo, quise meterme y ayudar para que no vuelva a ocurrir más en el fútbol chileno”.
En esa línea, la declaración del mediocampista fue la prueba que reveló cómo operaban los dirigentes blanquiazules. “Carlos Encinas (accionista de Melipilla) y Leonardo Zúñiga (presidente) las emprendieron contra Gino Valentini, algo que no pude tolerar. Hay fotos amenazándolo, fotos de la hija… Entonces, creo que se desviaron del tema y pasaron a algo delicado como es la familia. Está todo en papeles y lo tiene la ANFP”, complementó.
INTENTO DE COIMA
Encinas contactó a Fuenzalida cuando se enteró que estaba dispuesto a hablar. “Llegué de Punta Arenas, supe cómo estaba el escándalo y no había tenido contacto hasta antes de ayer, cuando me quisieron coimear para que me quede callado por lo que iba a decir… Pero obviamente yo no iba a traicionar mis principios. No tengo precio para venderme”, declaró el jugador magallánico.
“(Encinas) me llamó ofreciéndome contrato con él. Fui muy querido en Melipilla, en el ascenso, y me sacaba eso. Me decía que vaya a su casa, que conversemos, que me iba a pasar una plata que él me debía de la época cuando me fui a Audax Italiano desde Melipilla”, detalló el jugador, quien no aceptó la invitación.
LAS AMENAZAS
Sobre las amenazas dijo que, cuando se encontró con los dirigentes aludidos en las dependencias de la ANFP, “pasaba Zúñiga tocándome el vidrio, porque yo estaba en el comedor y ellos en otra sala. Pasaba al baño, me tocaba el vidrio, me saludaba, yo lo saludaba. Me hacía morisquetas, así como cuando te dicen ‘ya te va a llegar, espérate’… Yo estaba tranquilo, porque iba a decir la verdad. No tenía miedo”.
Finalmente, Fuenzalida dejó un mensaje. “No tengo problemas en que todo el pueblo melipillano se entere de cómo trabajaba Carlos Encinas y cómo quería comprar jugadores. Sólo pido que la ANFP, con todas las pruebas que tiene, que son contundentes, pueda tomar una decisión para que esto no vuelva a suceder en el fútbol”, cerró el volante.
MAS ANTECEDENTES
Mientras tanto, ayer fue el turno de su ex compañero Huentelaf. El jugador declaró en Quilín aportando más antecedentes -documentos en mano- que prácticamente sentencian la suerte de Melipilla, cuya dirigencia intentó “arrastrar” a Universidad de Chile, el primero de los diez clubes que denunció las irregularidades.
Según los dirigentes del “Potro”, la “U” también ha incurrido en dobles contratos, puntualmente con su ex zaguero Ramón “Cachila” Arias, lo que fue desmentido durante la jornada de manera tajante por Azul Azul y el propio jugador. Al cierre de esta información la ANFP aún no se pronunciaba sobre la situación de Melipilla.