Ni el fiscal nacional se salvó
Pasan los años y el problema de las goteras en el patio de la Facultad de Ingeniería de la Umag, lejos de solucionarse, se intensifica. Ni siquiera con gran parte del año sin clases presenciales, se tomó la decisión de arreglar la techumbre. Lo peor es que en pleno verano se largó un aguacero que dejó, por lo menos, unas cinco enormes pozas, justo cuando se realizaba la cuenta pública del fiscal regional, Eugenio Campos Lucero, en el auditorio Ernesto Livacic.
El cóctel de rigor, al finalizar la actividad, estuvo muy regado, pero no por los bebestibles, sino por las goteras que cayeron en todos los asistentes, incluso en presencia del fiscal nacional, Jorge Abbot, que tuvo que utilizar todos sus movimientos de cintura para eludir las gotas que incesantemente caían. Más allá de la anécdota, la imagen que dio la universidad fue fea.