Se ve revés

Las mascarillas ya son parte de la vida diaria, porque aún se mantiene la obligatoriedad de su uso, sobre todo en lugares públicos. Y aunque las de tela ya no tienen eficacia, hay mucha gente que aún las sigue usando, por sobre una que sí es realmente efectiva para evitar contagios. Así que esta suerte de “primera capa” ha sido útil para promocionar marcas o para dar cuenta de dónde pertenece quien la porta.

El tema es que a veces el apuro hace que las personas se coloquen la protección al revés, como sucedió esta semana con el alcalde Claudio Radonich, al que nadie alcanzó a advertirle del error, antes de dar declaraciones.