Vigilancia de intentos de suicidios

El suicidio está presente en nuestra comunidad, pero sigue siendo un tema tabú. Entre todos debemos abordarlo, estando atentos a los cambios de comportamiento de las personas cercanas, prestando atención y escuchando a quienes nos manifiestan sus problemas, creando espacios de confianza para conversar sin emitir críticas…

Bastante información se ha recopilado sobre los trastornos emocionales y el aumento de las enfermedades mentales que ha provocado la pandemia en nuestra población. En este tiempo, se ha observado, entre otros males, un incremento de la pérdida de sentido de seguir viviendo y, por ende, un alza de la tasa de intentos de suicidio.

Desde mediados de 2013, la secretaría regional ministerial de Salud realiza un trabajo destinado a observar los intentos de suicidios en Magalllanes, en una labor mancomunada entre el Programa de Salud Mental y la Unidad de Epidemiología de dicha seremi.

Ayer, se entregaron los resultados de la Vigilancia Epidemiológica de los Intentos de Suicidio, los que arrojaron un aumento importante en las notificaciones de dichos casos durante el año pasado, a tal punto que se trata de la frecuencia más alta reportada desde el inicio del estudio.

En efecto, durante el año pasado, se registraron 283 notificaciones correspondientes a 258 personas, concentrándose el 60% de los casos durante el segundo semestre de 2021, en las semanas 39 y 55, correspondiendo ambas semanas a feriados importantes como lo son el 1 de noviembre y las festividades de fin de año.

Otros datos relevantes se relacionan con el género y la edad, estableciéndose que la mayor cantidad de intentos de quitarse la vida corresponden a mujeres (64%) y que el grupo etario de 10 a 19 años concentra el mayor número de notificaciones. A esto se agrega que alrededor del 67% corresponde a personas menores de 30 años.

En el año de análisis, se debió lamentar que 22 personas terminaran con sus propias vidas.

El suicidio está presente en nuestra comunidad, pero sigue siendo un tema tabú. Entre todos debemos abordarlo, estando atentos a los cambios de comportamiento de las personas cercanas, prestando atención y escuchando a quienes nos manifiestan sus problemas, creando espacios de confianza para conversar sin emitir críticas y reflexionando sobre el tema de la salud mental en los hogares, las escuelas, los institutos y las universidades y en diferentes agrupaciones e instancia de sociabilización.