719 aves acuáticas de 29 especies fueron monitoreadas en el Parque Torres del Paine
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) en Magallanes realizó a fines de marzo el primer monitoreo del año de aves acuáticas del Parque Nacional Torres del Paine.
Se trata del monitoreo estival, que es seguido por el invernal en el mes de julio y que consiste en estaciones fijas de observación realizadas por un equipo de investigación que, durante un tiempo determinado, toman registro de las aves acuáticas y terrestres que circulan en la zona.
En esta ocasión, el equipo del monitoreo estival lo integraron 23 personas conformado por personal de Conaf-guardaparques, representantes de la oficina provincial en Natales y del Departamento de Protección Contra Incendios Forestales (Deprif)- ; así como también personal externo, tales como guías acreditados y representantes de la organización no gubernamental norteamericana Torres del Paine Legacy Found y de la Reserva de Conservación Torres del Paine, Explora.
En conjunto, el equipo logró un total de 98,5 horas de observación donde se contabilizaron una abundancia de 719 aves acuáticas, compuesta por 29 especies, lo cual significa un porcentaje de 36,1% menos respecto a la abundancia de aves acuáticas del monitoreo estival realizado el año 2021. En el caso de la diversidad de especies acuáticas se lograron observar más cantidad, lo que significa un 20,8% más respecto al año anterior.
Las tres especies acuáticas más abundantes detectadas en el monitoreo fueron Tagua común, Blanquillo y Pato jergón chico, mientras que las tres especies terrestres más abundantes fueron Cachaña, Bandurria y Loica.
El parque destacó además la abundancia de 29 aves rapaces con una riqueza de 6 especies, lo cual reafirma lo señalado por algunas investigaciones respecto a que el Parque Nacional Torres del Paine es uno de los lugares más diverso en aves rapaces de Chile, así como también registró de forma auditiva la presencia de Pidén austral, ave escurridiza y poco común.
La metodología ocupada actualmente en el monitoreo se comenzó a utilizar en el año 2013, la cual se encuentra alineada con el Censo Neotropical de Aves Acuáticas de la Wetlands International. Sin embargo, los registros históricos de aves han sido realizados por guardaparques desde el año 1975.
Carla Ulloa, ex alumna practicante del Parque y voluntaria en la actividad, explicó que “pensar en las aves como bioindicadores de los humedales nos permite ver aquello que a la simpleza del ojo humano no se observa. La importancia de este censo es la larga data del monitoreo que permitirá evaluar los ecosistemas de humedales que están dentro del parque”.
Por su parte, el programa de conservación de Conaf destaca que si bien los datos pueden alegrar o preocupar dependiendo de su análisis, no se puede desconocer la situación global de amenaza sobre los humedales y la tasa acelerada de extinción de especies: “El monitoreo sostenido en el tiempo nos refuerza la necesidad de velar por la mejor gestión de un área bajo categoría de protección y el compromiso de todos los actores del territorio para trabajar en conjunto”.