Emprendimiento “Chocolates 53 Sur”: sabores que evocan la Patagonia
“Chocolates 53 Sur” surgió como el sueño de unas amigas que buscaron potenciar la alimentación saludable y la economía justa, al trabajar con proveedores de los huertos regionales y producciones pequeñas y seleccionadas, orgánicas, sin preservantes ni aditivos, que juegan y disfrutan con el proceso artesanal y la venta a granel, con el fin de entregar una experiencia única y el mejor sabor y producto al consumidor final.
Es así como, desde el sur del sur, esta chocolatería propone una marca gourmet, dedicándose con gran pasión a la fabricación de trufas, bombones, barras patagónicas, galletas, pasta de avellana cacao, entre otros, rescatando y relevando el valor del proceso hecho a mano, honrando el cacao de origen, y seleccionando frutos nativos de los huertos del fin del mundo, entre ellos, calafate, grosella, zarzaparrilla y ruibarbo, para entregarles a los amantes del buen chocolate el mejor aroma, sabor y calidad.
Geraldine Delard, gerenta comercial de 53 Sur señaló: “Estamos felices de habernos abierto un espacio en el mercado regional y nacional”. “Durante estos tres años, hemos trabajado, permanentemente, para que nuestros chocolates reflejen la identidad regional, acompañándolos con una imagen lúdica y energética de la Patagonia y agradecemos de todo corazón la preferencia de quienes han apostado por nuestros productos”.
Frutos de Magallanes
Explica: “Nuestra especialidad son los productos elaborados con frutos de Magallanes, sin embargo también contamos con diversas líneas como las tradicionales de leche, bitter, chocolate blanco, la línea vegana, la 85% cacao o Keto, la sin azúcar y la culinaria”.
Hoy los ubican en Sarmiento 856, Punta Arenas, y en diversos puntos adheridos en la Región de Magallanes. Sin embargo, se encuentran en pleno proceso de expansión. “Efectivamente, estamos muy orgullosas de enfrentar el desafío de seguir creciendo, esta vez ampliándonos y habilitando nuestra fábrica y tienda muy cerca de donde nos ubicamos actualmente, lo que nos permitirá incorporar una tarea que hace tiempo queríamos efectuar y es hacer partícipes de nuestros procesos, como colaboradores, a los alumnos del Centro de Rehabilitación Cruz del Sur, cumpliendo con otro de nuestros objetivos que es la inclusión laboral, llegando asimismo a más hogares con nuestros sabores y colores”.
“Somos el chocolate del fin del mundo, nuestro sabor evoca a la Patagonia”, destacó.