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 “Pega, Martín, pega…”

Por Marino Muñoz Aguero Domingo 22 de Mayo del 2022

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Una mañana de 1997 andábamos por el sector de Estación Central en Santiago y llegamos hasta “Deportes Sanhueza” en la primera cuadra de la calle Esperanza en busca de banderines de clubes de fútbol. Grande fue nuestra sorpresa al percatarnos que quien nos atendería muy cordialmente era el mismísimo Martín Vargas, el más grande de los ídolos populares del Boxeo nacional.

Luego de los trámites propios de la compra, abordamos al deportista con el afán de poder compartir un almuerzo. Martín nos señaló que ese día ya estaba comprometido, pero que gustoso aceptaba la invitación para el día siguiente. Y así fue como a la hora convenida nos encontramos en un típico boliche del sector. Hombre cuidadoso el ídolo, muy respetuoso en el hablar, muy humilde y muy sincero: era un placer escucharlo mientras una brava cazuela y unas botellas de agua mineral ponían la pausa en la fluida conversación, Martín nos habló de Osorno, su ciudad natal, de sus inicios en el boxeo, de sus altos y sus bajos, de los recuerdos de sus viajes a Punta Arenas, de sus peleas por el título mundial. Ese encuentro con Martín fue una lección de vida en un momento que debía enfrentar otra curva de la existencia, quizás el retiro y lo cual era materia de reflexión.

Esa calurosa tarde de otoño nos despedimos con un sincero abrazo, pensando que tuvimos la maravillosa oportunidad de haber conocido al mayor de los ídolos, entre los peleadores de nuestros criollos cuadriláteros. Meses después nos sorprendimos con una noticia en las páginas deportivas: Martin volvía al boxeo. En 1987 se había retirado, luego de haber disputado, sin éxito, en cuatro ocasiones el título mundial de su categoría:  en 1977 en dos oportunidades con el mexicano peso mosca Miguel Canto (Consejo Mundial de Boxeo); en 1978 frente el venezolano Betulio González (peso mosca) y, en 1977 ante japonés Yoko Gushiken (en categoría mini mosca). Las disputas ante González y Gushiken fueron por el título de la Asociación Mundial de Boxeo.

El retorno se produjo el 4 de julio de 1997 en Osorno frente a Gerónimo Rojas; sería el inicio de una seguidilla de nueve triunfos que lo llevarían al título nacional de la categoría súper mosca y a disputar la corona latinoamericana de la Organización Mundial de Boxeo ante el colombiano Joel García. Fue el adiós de Martín Vargas, lo había prometido, si perdía sería el adiós definitivo. Lo quiere la gente a Martín…su última noche en el ring ese viernes 31 de julio la vivió junto a su pueblo que lo ha seguido incondicionalmente. El triunfo de Joel García no opacó la grandeza de este modesto osornino que nos hizo vibrar por décadas. Esa noche estuvimos junto a él a través de la pantalla, su final no fue triste ni solitario, al contrario, fue un dribling al ocaso tanguero. Reventó el Caupolicán como tantas veces lo hizo y como tantas veces también lo hicieron Lucho Barrios, Palmenia Pizarro o Cecilia “la incomporable”. Es el sino de los ídolos populares, de aquellas figuras que la gente lleva en el corazón y a quienes se les perdona todo. No necesariamente son los mejores en lo suyo, pero tienen esa capacidad de captar devotos, de sobresalir, de ser diferentes. En el boxeo específicamente, no obstante, la importancia de figuras como el “Tani” Loayza, Quintín Romero, Arturo Fernández (“Fernandito”) Luis Vicentini, Godfrey Stevens o Cardenio Ulloa, los que han quedado en la categoría de ídolos son claramente Arturo Godoy y Martín Vargas.

Martín Vargas, fue para todos nosotros simplemente Martín y el “pega, Martín, pega”, permanecerá en la memoria como el símbolo del que fuera el último grande del ring en Chile, el que sentía la canción nacional con la diestra en el corazón, el que lucía los colores de la Virgen del Carmen en su indumentaria y cuyo nombre quedó grabado a fuego en el alma de del pueblo.

Martín Vargas Fuentes nació en Rahue, Osorno, el 24 de enero de 1946, boxeador profesional, disputó una total de 109 combates, con 91 victorias (63 de ellas por knock out), 15 derrotas y 3 empates.

Fuentes auxiliares: