Necrológicas

Mujeres de Playboy revelan una montaña de abusos detrás del imperio del sexo

Lunes 6 de Junio del 2022

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“Ahora podemos hablar porque
Hugh Hefner está muerto”, señalan.

La directora del documental “Secretos de Playboy”, Alexandra Dean y la ex Playmate Miki García, analizan cómo la maquinaria detrás de la icónica revista escondió años de maltratos detrás de una fachada de libertad sexual y empoderamiento femenino

“¿Por qué se nos permite hablar de esto ahora? La respuesta simple es que Hugh Hefner está muerto”.

Alexandra Dean pensaba que estaba haciendo un documental muy diferente a lo que terminó siendo ‘Secretos de Playboy’. Sí, quería mostrar el lado oculto, contar otra historia detrás de la riqueza de su legado cultural. Pero lo que se encontró fue un imperio de abusos.

A medida que iba entrevistando mujeres, comenzaron a hacerle confesiones que la sorprendieron y horrorizaron. “Me di cuenta de que era como la frase sobre Las Vegas: ‘Lo que pasa en la Mansión de Playboy, se queda en la Mansión de Playboy’. Se pensaba que era un ‘patio de recreos’ para adultos donde la gente realmente podía divertirse. Y en la medida en que eso era cierto, yo no tenía ningún problema con Playboy, si las personas se divierten consensualmente y se sienten libres. Pero el problema es que estaban destruyendo a la gente, y sólo había ciertas personas que la estaban pasando muy bien, mientras que otras estaban siendo tratadas como animales. Por eso, a veces uno no tiene más remedio que reventar la hermosa burbuja para mostrar lo que pasa en su interior”.

El resultado del trabajo de la cineasta (quien también hizo el documental de Paris Hilton “This is Paris”) es la nueva docuserie de A&E de 10 partes “Secretos de Playboy”, que se estrenará el domingo 19 de junio a las 22 horas en Latinoamérica. Dean entrevistó a más de 100 personas, principalmente mujeres, que habían estado conectadas al imperio en los últimos 60 años. Así, a través de una lente con perspectiva actual, logra desnudar el oscuro entramado de poder, sexo, violencia y engaño detrás de las paredes de la mansión y que evidencia la manipulación que ejerció Hugh Hefner sobre las mujeres que entraban en la maquinaria del emporio de entretenimiento para adultos más importante de todos los tiempos.

Depredación sexual

Con la aparición de Playboy en 1953, el cuerpo desnudo de la mujer se vuelve un objeto de consumo en los medios. Pero en la serie documental se muestra cómo esto derivó en un oscuro mundo de depredación sexual, y en el tráfico y abuso de mujeres, muchas de ellas menores de edad. Bajo la fachada de una revista que buscaba revolucionar la cultura sexual de la época, Hefner justificó la sexualización de la mujer como “empoderamiento femenino”, una herramienta de manipulación que utilizó para engañar a las mujeres y al mundo entero.

Ella, como tantos otros a través de generaciones, creció viendo la revista en los kioscos, o incluso siguiendo las aventuras de las “chicas” en “The Girls Next Door”.

“Cuando comencé a hacer llamadas telefónicas durante la pandemia a principios de 2020, estaba completamente impresionada por las historias que me contaron. En todos estos años, yo ni me había imaginado que había otras cosas que estaban ocurriendo. Fue una reeducación”.

El documental examina las consecuencias de gran alcance en la visión del poder y la sexualidad en nuestra cultura, y pone el foco en el sufrimiento de las mujeres que habitaron la Mansión de Playboy, a través de material inédito compuesto por imágenes de archivo y entrevistas exclusivas.

Una de las protagonistas es Miki García, ex Playmate y directora de Playmate Promotions entre 1973 y 1982. “Playboy era como una secta”, afirma. De pasado conservador y educación católica, Miki participaba en concursos de belleza cuando la editora de fotografía de Playboy la fichó para Playmate. “Realmente pintó una imagen hermosa. Al principio no quería hacer desnudos pero me convencieron. Fue muy controversial para mí en mi familia posar desnuda para la revista Playboy, pero lo hice, era joven y era parte de la revolución sexual”.

Luego de ser tapa y de su gira, decidió que quería ser ejecutiva. “Quería ayudar a las mujeres y pensé que sería un muy buen futuro para mí. Así que seguí adelante y fui elegida para ser directora de promociones de Playmate.

La primera vez que se dio cuenta de que no todo era color de rosas fue cuando no la nombraron Playmate del año, a pesar de que se lo habían prometido. Luego Hefner quería que se acostara con él: “Me negué tres veces. Me negué pero, sin embargo, quería trabajar para la revista. El no me forzó”.

Pero con su flamante nuevo puesto, se volvió en una de las mayores confidentes de las Playmates. “Escuchaba muchas de las cosas que sucedían en la mansión y también comenzaba a notar que algunas de las mujeres no se veían tan bien como deberían y eso se debía a que tomaban drogas. ¿Y de dónde sacaban las drogas? Bueno, de la Mansión de Playboy. Traté de ayudarlas pero Hefner intervenía. Fue un equilibrio constante de hacer lo que pensé que era lo mejor para las Playmates y también mantener mi posición en Playboy. Yo era una de las pocas mujeres ejecutivas en ese momento y casi se me consideraba una intrusa”.

Durante uno de los eventos promocionales, García fue violada.

“Ojalá pudiera revelar quién es, pero no puedo”, dice. “Era un actor muy famoso en ese momento y estaba en un programa de televisión muy popular. Estaba en una exhibición de autos como yo, firmando autógrafos, y vino a mi habitación porque había preguntado si alguien tenía champú y él tenía. Vino a mi habitación, empujó la puerta y entró a la fuerza. Le dije que iba a llamar a alguien por teléfono y él muy metódicamente me dijo que yo llevaba el logo de Playboy en mi suéter y nadie me iba a creer. Fui atrapada y no había salida. Me violó dos veces”.

No lo reportó, porque sabía que si lo denunciaba a la policía, “él regresaría con sus abogados y mentiría. Si le decía a Playboy muy posiblemente no me seguirían contratando en las promociones de Playmate y estaba ganando muy buen dinero. Tenía un buen futuro por delante. Tomé la decisión de no denunciarlo a la policía y esto habría sido en 1973. No tenían kits de violación en ese momento. No habría manera de que pudiera haber probado lo que me hizo. Así que tomé lo que pensé que era la decisión más práctica que podía: mantener la boca cerrada”.

“El (Hefner) me silenció a mí de muchas maneras”, afirma Miki, que dejó la empresa en 1982 por la explotación de las Playmates y testificó en 1985 contra el abuso de mujeres por parte de Hugh Hefner.

“Hefner tenía el control total. Tenía control sobre las finanzas de las mujeres. Había ejecutivos que les decían que si no seguían las reglas iban a perderlo todo. Era una secta porque te preparaban para pensar que él era la persona que tomaba todas las decisiones. Tenía el control de todo y lo hacía parecer tan glamoroso y maravilloso. Te hacía sentir especial. Llamaba a la mansión Shangri-La. El se pensaba que era Rick y todo el resto era Casablanca”.

“Todavía hay gente adorando en el altar de Hugh Hefner. Esto es absolutamente loco. Este hombre ha hecho un daño enorme a las mujeres. Hay cosas que me persiguen y yo nunca estuve en su dormitorio”.

Infobae